El Gobierno, representado por el ministro de Agricultura, Esteban Valenzuela, decretó emergencia agrícola entre las regiones de Valparaíso y el Biobío, que se encuentran en situación de estado de catástrofe producto de los daños que dejó en la industria el sistema frontal en la zona centro sur del país.
La decisión se informó luego de una reunión en la sede del ministerio de Agricultura, encabezada por Valenzuela, y donde participaron también representantes de Indap, la Comisión Nacional de Riego, Odepa, Conaf y distintas agrupaciones campesinas del país.
En la instancia, el ministro Valenzuela detalló los alcances que tiene la firma de este decreto y señaló que «las seremías de agricultura en todas las regiones tienen más facilidades para pedir las cotizaciones rápidamente a actores regionales y poder comprar y distribuir las emergencias».
«Segundo, esto permite que se inicie una ficha especial que se ha pactado con Desarrollo Social y Economía para cuantificar el gasto en la agricultura. Lo que ocurre con los sistemas de riego, con los canales, en qué situación estructural y contextual está la agricultura del país», añadió el titular de Agricultura.
Uno de los grandes problemas que afecta al sector es el daño a más de 100 canales de regadío que van desde el barro acumulado hasta la destrucción de sus captaciones producto de la crecida de los ríos. Se estima que cerca de 300 mil hectáreas podrían quedar desabastecidas de agua de riego al inicio de la temporada si es que no se realizan los arreglos correspondientes.
La presidenta de la Confederación La Voz del Campo, Patricia Molina, explicó cuáles son los problemas que enfrenta el sector al detallar que «ahí (en las zonas afectadas) hay de todo: Inundaciones, pérdidas de verduras, siembras, desapariciones de animales, daños de invernadero, de ganadería menor y mayor, los canales, las bocatomas, los ríos, desplazamiento de aguas que han inundado sectores rurales completos en Maule y Ñuble especialmente».
Fuente: Cooperativa.