El jueves 13 de julio algunas isapres llegaron hasta la Corte Suprema para presentar sus argumentos ante los recursos presentados por afiliados por las alzas del GES. Lo anterior fue «un manotazo de ahogado», a juicio del exministro de Salud, Jaime Mañalich.
“Las isapres, como las entendemos, están fallecidas, no tienen futuro. Esencialmente, porque por distintos mecanismos, el continuo aumento de costos sin control por parte de las aseguradoras ha sido simplemente cajas pagadoras, lo intermedia la isapre, es algo que ya no tiene sentido, porque al menos en dos de los elementos del precio de la prima, que son la tarifa del plan base y la tabla de factores, de acuerdo a la Corte Suprema, ya tiene una definición por parte del Estado y la Superintendencia, que dice cuál es el precio máximo de la tabla de factores, de la prima y que probablemente pase ahora con el GES”.
Un cambio en la postura de la Suprema sería “muy raro”, a juicio del médico: “Las isapres tienen certificado de defunción. El punto es: cómo y en qué fecha fallecen”.
En la misma línea, tampoco habría una legislación específica, como la rechazada en septiembre pasado, que establecía un plazo de dos años para el fin de las aseguradoras. “No va por ahí”, adelantó Mañalich, pero es probable que aparezaca en el debate dentro del Consejo Constitucional.
“Lo que va a ocurrir es que las isapres, que está ocurriendo ya, se están asociando con compañías de seguro y el escenario más probable es que una tras otra caigan por sus dificultades financieras y que, en definitiva, las personas, como ya está ocurriendo y Fonasa trabaja muy fuerte para que ocurra, un número creciente de personas que hoy están en el sistema de isapres se traspase con su 7%”, vaticinó.
Pero la opción que pone sobre la mesa el exsecretario de Estado es una red público-privada que, hoy en día, “puede producir muchos más servicios de los que hoy produce”:
“Fonasa ha privilegiado, por razones de dogma político, el financiamiento de estas prestaciones en el sector público, incluso en horarios fuera del horario normal, incluso con remuneraciones más altas en los hospitales públicos, en lugar de integrar para esta espera una vigorosa red público-privada, como se hizo para el covid y el virus sincicial”.
Fuente: Radio ADN.