La polémica instalada entre Gobierno y oposición debido a la discusión sobre las mociones parlamentarias través catalogadas de “inconstitucionales”, tras el anuncio del Presidente Sebastián Piñera de conformar una mesa con expertos —entre ellos exparlamentarios— para establecer criterios y procedimientos acerca de estos proyectos de ley, sumó un nuevo capítulo hoy. Esto, porque la presidenta del Tribunal Constitucional (TC), María Luisa Brahm, se refirió a este debate a través de una declaración pública.
Cabe recordar que las palabras de Piñera provocaron una fuerte controversia en el Congreso Nacional, especialmente desde la oposición. En el caso de ambas cámaras, hubo un llamado al diálogo político y también se afirmó que ha habido consultas con abogados constitucionalistas al momento de legislar.
En medio de esta controversia, María Luisa Brahm, firmó una declaración que leyó ante la prensa, sin dar oportunidad para recibir preguntas: “Creemos necesario salir de nuestro habitual silencio institucional y dejar de ser leídos a través de nuestras sentencias. Son momentos en que es necesario decir algo sobre la constitución que nos rige y respecto de la cual se nos ha encomendado su control”.
La presidenta del TC, junto con aludir al texto en sí y las 47 reformas a la Carta Fundamental, que se han realizado desde 1989 hasta el mes pasado, el escrito del tribunal asegura que “ha sido la base para el desarrollo de nuestro Estado democrático”.
“Las Constituciones deben ser más fuertes cuando más se las necesita. En tiempos de normalidad los dilemas constitucionales son menos importantes, pero en las encrucijadas, los textos fundamentales sirven para guiar y prevenir los conflictos sentando las bases de su solución“, agrega la declaración.
Asimismo, se remarca que “hoy en la Constitución están las reglas que permiten guiar el futuro. Si se debilitan, no se respetan o se declaran muertas, dicho futuro se ensombrece. Este es el momento en que debe regir más que nunca el orden constitucional que nos hemos dado”.
La declaración concluye indicando que “respetar la Constitución no es solo función de un tribunal. Es obra colectiva de convivencia sobre la cual construimos un Chile mejor. Por eso aspiramos a una obligación sencilla: respetemos integralmente la Constitución. A eso convocamos a todos los poderes del Estado y a todos los habitantes de nuestro país”.