Programa de trasplante cardíaco cumple 25 años con la intervención de un serenense de 55 años
Desde octubre de 2021 estaba esperando una nueva oportunidad de vida. Y a inicios de septiembre, Íbero Flores, de 55 años y oriundo de La Serena, se convirtió en el segundo trasplantado cardíaco del año en el Hospital Dr. Gustavo Fricke, centro de referencia de toda la zona centro norte para este tipo de intervenciones.
El Programa de Cardiopatía Terminal y Trasplante Cardíaco del establecimiento, el más antiguo del país funcionando de manera ininterrumpida, cumplió 25 años con más de 130 trasplantes a su haber, tal como lo confirma el director del Hospital, José Luis Moya: “Nuestro equipo quirúrgico tiene más de 25 años, por lo tanto, es un grupo consolidado que tiene mucha experiencia y con muy buenos resultados. Hoy día asistimos a ver a don Ibero, que es nuestro segundo paciente de trasplante cardíaco, y lo pudimos ver muy contento, muy feliz de todo su proceso en el hospital. Orgullosos de tener un Hospital que da respuesta a los problemas complejos de nuestra población”.
Por su parte, el Dr. Ernesto Aranguiz, jefe de Cirugía Cardiovascular y del Programa de Cardiopatía Terminal y Trasplante Cardíaco confirmó que el paciente llevaba casi un año de espera: “tenía una cardiopatía terminal que su única opción, su única alternativa, era realizar un trasplante cardíaco. Con la generosidad que nosotros siempre agradecemos, de una persona que fue un donante en Santiago, pudimos entregarle esta nueva oportunidad que para él ha sido muy afortunada en todo sentido, ha tenido una muy buena evolución y eso implica que probablemente esté muy próximo al alta”.
De manera complementaria, el cirujano cardíaco afirmó estar “orgulloso de que nuestro Hospital, un hospital de provincia como el nuestro, lidere esta tarea y esperamos seguir teniendo la oportunidad por supuesto de que sigamos aumentando y creciendo, de tal manera que el Hospital Fricke se siga destacando por esta opción, que es una opción de alto nivel técnico profesional en el que participan muchas personas, donde realmente se demuestra el trabajo cooperativo de todas las personas, de todos los funcionarios, es la única forma de que se pueda sacar adelante esta tarea tan importante».
Historia de esperanza
La historia de Íbero es, indudablemente, una historia de esperanza que se vio recompensada a inicios de septiembre, tras pasar varios meses esperando un corazón. Casado, con dos hijos y una pequeña nieta, su trabajo como diseñador en una minera comenzó a verse complicado cada vez más: “poco a poco la situación médica se fue complicando, estuve como tres meses de reposo en control y el doctor me dijo que ya tenía la capacidad para volver a trabajar, volví a faena pero la falta de oxígeno arriba, en la Mina Escondida de Antofagasta, afecta mucho, así que eso me provocó, una insuficiencia cardíaca el 2013. Optamos por jubilarme porque ya no iba a poder volver así que tenía que irme adecuando a la nueva vida que iba a tener, tuve que dejar mucho de lado, yo practico artes marciales, así que tuve que dejar todo eso”.
Sin embargo, la preocupación de Íbero iba más allá de su trabajo: “no era solamente estaba enfermo, sino que en cualquier momento me podía pasar una situación y que quedaran ellos, no a la deriva, yo sé que no porque mis hijos están adecuados, son capaces de muchas cosas, así que no es tanto eso, era más que nada perderlo, perderme, de desaparecer, existían esas conversaciones sí, pero con el tiempo y el apoyo de ellos, acá estamos”.
Tras una exitosa, aunque extensa intervención, el paciente afirmó que “nada que decir, un siete se han portado excelente conmigo, la atención, preocupados día y noche, Yo creo que el Hospital en sí, en general, es bueno, muy bueno. La parte cardíaca es excelente. porque ha sido prácticamente 100% de éxito hasta ahora”, y agregó que “todos tenemos oportunidad hay que saberla aprovechar nomás y si te dan una nueva oportunidad, quien tiene esa opción de dártela es bienvenido, y muy agradecido cosa de que todos piensen oye, esto que claro, perdemos a una familia perdemos a un ser querido de repente pero hay que pensar de que ese ser querido tenía la opción de dar vida para seguir viviendo de una u otra forma él sigue ahí va a seguir ahí y que no tengan miedo simplemente no tengan miedo a donar que es lo más esencial que no tengan miedo a donar y para poder salvar otra vida”.