Pocas tecnologías han conquistado el mundo como la Inteligencia Artificial (IA) lo ha estado haciendo en los últimos años. Sus múltiples casos de uso se han convertido en objeto de discusión pública y ya no se limitan a los expertos de tecnología. La IA generativa, en particular, tiene un enorme potencial para transformar para bien a la sociedad tal como la conocemos, impulsar la productividad y desbloquear trillones para la economía en los próximos años.
Cuando la IA se implementa de manera responsable, donde la tecnología está totalmente gestionada, la privacidad está protegida y la toma de decisiones es transparente y explicable, tiene el poder de ser utilizada para crear una nueva era de servicios gubernamentales. Dichos servicios pueden empoderar a los ciudadanos y ayudar a restaurar la confianza en las entidades públicas, mejorar la eficiencia laboral y reducir los costos operativos del sector gubernamental.
A pesar de las muchas ventajas potenciales, muchas agencias públicas siguen tratando de entender cómo implementar la IA y la IA generativa. En muchos casos, se enfrentan a una elección: pueden abrazar la tecnología y sus ventajas, aprovechar su potencial para ayudar a mejorar la vida de los ciudadanos a los que sirven; o mantenerse al margen y arriesgarse a perder las capacidades de la IA para ayudar a las instituciones públicas a cumplir más eficazmente con sus objetivos.
Las áreas principales de atención
Hay tres áreas claves donde las instituciones públicas deben enfocarse para beneficiarse de la IA.
La primera es la transformación del trabajo. En todos los niveles de los gobiernos, desde las entidades nacionales hasta los gobiernos locales, los funcionarios deben estar listos para la nueva era de la IA. Aunque esto podría denotar la contratación de nuevos talentos, también debería significar proporcionar la formación que necesitan los profesionales existentes para gestionar proyectos relacionados con IA. Con esto la productividad mejorará, ya que tecnologías como el Procesamiento de Lenguaje Natural (PLN) prometen aliviar la necesidad de leer y analizar datos de textos densos. El objetivo es liberar tiempo para que los empleados del sector público se involucren en reuniones de alto valor, pensamiento creativo y trabajo significativo.
El segundo mayor enfoque debería ser el apoyo ciudadano. Para que la IA realmente ayude a la sociedad, el sector público necesita priorizar los casos de uso que benefician directamente a las personas. Hay potencial para una variedad de usos en el futuro, ya sea proporcionando información en tiempo real, personalizando servicios basados en necesidades particulares de los ciudadanos, o agilizando procesos que tienen la “fama” de ser lentos.
En tercer lugar, la IA también se está convirtiendo en un componente crucial de los esfuerzos de transformación digital del sector público. Los gobiernos regularmente se ven obstaculizados para avanzar en una verdadera transformación debido a los sistemas heredados con reglas estrictas que requieren un esfuerzo sustancial y un costo significativo para modernizarse. Por ejemplo, las agencias del sector público pueden hacer un mejor uso de los datos migrando ciertos sistemas tecnológicos a la nube y apalancándolos con IA. Las herramientas impulsadas por IA tienen el potencial de ayudar con la detección de patrones en grandes cantidades de datos y también de escribir programas informáticos. Esto podría ayudar a optimizar costos y fortalecer la ciberseguridad, ya que puede ayudar a detectar las amenazas rápidamente. De esta manera, en lugar de buscar habilidades difíciles de encontrar, las agencias pueden reducir su brecha de habilidades y aprovechar el talento en evolución.
Compromiso con la IA responsable
Por último, pero no menos importante, en opinión de IBM, ninguna discusión sobre IA responsable en el sector público está completa sin enfatizar la importancia del uso ético de la tecnología durante todo su ciclo de vida, desarrollo, uso y mantenimiento, algo que IBM ha promovido en el sector durante años. Junto con las organizaciones de atención médica y servicios financieros, las entidades del sector público deben esforzarse por ser vistas como las instituciones más confiables. Esto significa que las personas tienen que continuar en el centro de los servicios proporcionados por los gobiernos y, al mismo tiempo, monitorear que exista una implementación responsable basada en los cinco principios esenciales para la IA confiable: explicabilidad, equidad, transparencia, solidez y privacidad.
Por Diego Bassante, Líder de Relaciones Gubernamentales de IBM en Latinoamérica.