La Facultad de Medicina de la Universidad Andrés Bello (UNAB) organizó recientemente en Viña del Mar un seminario en el que participaron actores relevantes para exponer sus perspectivas sobre la necesidad de una atención médica más accesible, equitativa y eficiente, conceptos que deberían considerarse en una eventual Reforma de Salud en el país.
Representantes del poder ejecutivo, legislativo, colegios profesionales, académicos, empresarios, alcaldes y abogados entregaron su visión a los asistentes, entre ellos profesionales, dirigentes gremiales, de organizaciones sociales y comunitarias, junto a estudiantes de pre y posgrado.
Ante el éxito de esta actividad, la Carrera de Medicina de la Andrés Bello organizará un segundo seminario, esta vez para representantes de equipos de salud, a los que se les debe considerar el centro de la atención de los pacientes.
Al respecto el director de la Carrera de Medicina, sede Viña del Mar de la UNAB, Camilo García, comentó que tras esta actividad “surgieron varias preguntas, como ¿qué salud deseamos para los ciudadanos de nuestro país?, ¿Qué puede ofrecer nuestro país en materia de salud? ¿Cuáles serán las prioridades?”.
“Son muchas las preguntas —prosiguió— y lo más probable es que ningún sector tenga todas las respuestas. Como institución tampoco las tenemos, pero nos comprometemos a buscarlas, y para ello debemos trabajar juntos”, expresó.
Accesibilidad
En ese contexto el académico se refirió a una de las dimensiones que se deben considerar al momento de mejorar la salud pública.
“La accesibilidad mejorada: uno de los objetivos primordiales de la Reforma de Salud en Chile debe ser mejorar el acceso a servicios médicos de calidad para todos los ciudadanos, independientemente de su situación económica. Se han implementado medidas para reducir las listas de espera y garantizar un acceso más rápido a consultas, pruebas y tratamientos, pero no es suficiente. Existe espacio para mejorar”, planteó García.
Otra enfoque, sostuvo, es “la atención primaria. La reforma ha puesto un énfasis especial en fortalecer la atención primaria de salud. Esto implica una mayor inversión en centros de salud comunitarios, promoviendo la prevención y el diagnóstico temprano de enfermedades”.
Añadió que es necesario sentar las bases de una futura reforma en la “equidad en el sistema de salud: se han realizado esfuerzos para abordar las disparidades en el sistema de salud chileno. La implementación de políticas que buscan reducir las brechas entre las zonas urbanas y rurales, así como entre diferentes estratos socioeconómicos, es un paso crucial hacia la equidad en la prestación de servicios de salud”.
Para Camilo García la “integración de tecnología es primordial, en vista de que la incorporación de tecnologías de la información y comunicación en el ámbito de la salud, ha sido un aspecto clave de la reforma. La digitalización de registros médicos, la telemedicina y otras herramientas tecnológicas buscan mejorar la eficiencia y la coordinación en la atención médica”.
Desafíos pendientes
Pero no sólo son sugerencias las que propone este académico. También están los desafíos que, sugiere, se deben abordar. “Por ejemplo los desafíos financieros: pese a los avances, la financiación continua de la reforma sigue siendo un desafío. Garantizar la sostenibilidad financiera a largo plazo, especialmente en un contexto económico cambiante, es esencial para mantener y mejorar los servicios de salud”, expresó.
Anotó: “recursos humanos: la escasez de personal médico en algunas áreas y la desigual distribución de profesionales de la salud son desafíos persistentes. Es crucial abordar estas cuestiones para garantizar una fuerza laboral suficiente y equitativa”.
Expuso que “la aceptación y comprensión de la reforma por parte de la población, son fundamentales. La educación pública sobre los cambios en el sistema de salud y los beneficios de la reforma son pasos necesarios para fomentar una participación activa e informada de la comunidad. Ésta debe ser invitada a participar en la discusión. La comprensión de los cambios va de la mano de la integración”.
Como también, dijo, “la integración del equipo de salud: la participación de los actores, que cumplen un rol en la implementación de la reforma, es fundamental; es imprescindible en la priorización y en las fases que debe cumplir el proceso de puesta en marcha”.
Otro desafío que debe tomarse en cuenta es la “calidad del servicio: a medida que se expande el acceso, mantener y mejorar la calidad de los servicios de salud es un reto continuo. Hay que asegurar que la cantidad no comprometa la calidad, eso es esencial para el éxito a largo plazo de la eventual reforma”, aseveró García.
Finalmente manifestó que “la Reforma de Salud en Chile representa un paso significativo hacia un sistema sanitario más inclusivo y eficiente. Aunque se han logrado avances notables, los desafíos persisten y requieren un compromiso continuo por parte de los gobiernos, profesionales de la salud y la sociedad en su conjunto. La salud es un derecho fundamental, y la evolución del sistema de salud chileno es un testimonio de la determinación de mejorar la calidad de vida de todos sus ciudadanos”.