Escultura visibiliza la esperanza de la donación y el trasplante cardíaco y renal, para fortalecer la cultura de donante en la comunidad.
En homenaje a los trasplantes realizados en el Hospital Dr. Gustavo Fricke, al acto desinteresado de donar órganos, y la fortaleza de quienes esperan una nueva oportunidad de vida, un grupo de pacientes trasplantados donó la escultura El Árbol de la nueva vida al establecimiento.
Se trata de una pieza forjada en fierro, que se instaló en el hall principal del recinto de salud para visibilizar el proceso de donación, procura y trasplante.
En la actividad participaron José Luis Moya, director del Hospital Dr. Gustavo Fricke, la Dra. Tatiana Aldunate, subdirectora Médica, Carolina Oshiro, coordinadora integrante del Comité Nacional de Procura y Trasplante, el Dr. Ernesto Aránguiz, jefe del Programa de Cardiopatía Terminal y Trasplante Cardíaco, Paula Zoffoli, referente de procura y trasplante del Servicio de Salud Viña del Mar Quillota, además de pacientes trasplantados y las organizaciones sociales que los apoyan y representan.
“Es una hermosa forma de terminar el año”, afirma la Dra. Tatiana Aldunate, Subdirectora Médica del Hospital y fundadora del programa de trasplante renal. “El ver este arbolito lleno de pajaritos en la entrada del hospital nos recuerda que ese es nuestro fin, nuestro motivo de vivir, los médicos que participamos en esta actividad, que es dar vida todos los días e intentar conservarla todos los días. Así que estoy muy feliz de que se plasme en algo que la gente pueda ver y recordar todos los días que todos podemos ser donantes y también todos podemos ser en algún momento receptor. Por lo tanto, el árbol nos va a recordar todos los días de que el día es verde, verde esperanza”, afirmó la médica.
Para Carolina Oshiro, enfermera de la Coordinación Nacional de Donación, Procuramiento y Trasplante del Ministerio de Salud, esta escultura “me parece un evento muy, muy lindo, desde el punto de vista humano, clínico, y que esté involucrada tanto la comunidad como el equipo clínico de los hospitales. Por otro lado, resalto la importancia que tiene en este momento el Servicio de Salud Viña del Mar Quillota, que dentro de sus resultados en la tasa de donantes efectivos ya tiene una meta cumplida, y por lo mismo, eso genera que haya más trasplantes de órganos, y en este caso es que se dan los trasplantes cardíacos y trasplantes renales”.
Testimonios de nueva vida
Entre los pacientes que acudieron a la entrega de la escultura a la comunidad estuvo Alicia Gutiérrez, TENS del Hospital Biprovincial y que fue trasplantada de riñón a mediados de 2023 tras una falla renal fulminante. Y lo que destaca, finalmente, es el cariño con que fue atendida: “Porque es nuestra vocación, por lo menos yo trabajo con vocación y acá igual se notó que trabajaron con vocación. Todos mis colegas, los médicos, las enfermeras, un amor, todo el servicio donde yo estuve, súper agradecida de ellos y del Hospital y hasta el día de hoy”.
Así también lo vivió una trasplantada cardíaca, Elizabeth Rubio, de Doñihue, en la sexta región, que gracias al trasplante pudo retomar su vida en el campo. Tras quedar internada finalmente e ingresar a la lista de espera, tuvo una larga espera. “Pasaron como nueve meses. Igual como un embarazo hasta que me llamaron. Después de eso mi vida cambió por completo. Soy dueña de casa. Pero me gusta ayudar a mi suegro a ir a buscar las vacas. A darle comida a los caballos, a las gallinas. A ir a cultivar las verduras que ellos mismos plantan. Y muy feliz de volver a vivir. Esta sería como mi tercera, cuarta oportunidad de vivir. Gracias a la familia de mi donante. Se lo agradezco enormemente. Y que Dios siempre los cuide y los proteja”, finaliza Elizabeth.
25 años del Programa de Cardiopatía Terminal y Trasplante Cardíaco
Este año se celebran además los 25 años del Programa de Cardiopatía Terminal y Trasplante Cardíaco del Hospital, el más antiguo del país funcionando de manera ininterrumpida, como lo señala el Dr. Ernesto Aránguiz, Jefe del Programa. “Es el grupo más antiguo y que tiene mayor volumen de trasplante cardíaco en el país, con una tarea que ha sido prolongada en el tiempo y que nos genera cada vez nuevos y mayores desafíos. Hacer un hospital como el nuestro, el Hospital Gustavo Fricke, que contiene todas estas posibilidades, con servicios de apoyo que están disponibles todo el tiempo, implica la madurez de un trabajo desarrollado en mucho tiempo, porque no es fácil sostener un trabajo de esta naturaleza por tanto tiempo, un cuarto de siglo”.
“Para nosotros – agrega el cirujano -, es muy satisfactorio ver cómo nuestros pacientes empiezan a hacer nuevamente su vida normal, se reincorporan a ser ciudadanos completos y obviamente eso nos impulsa a que sigamos avanzando por los próximos 25 años que vienen, otras generaciones continuarán, otros trasplantes se agregarán a nuestro Hospital para que siga creciendo y siga siendo el pilar que ha sido hasta el día de hoy”.