Con esta vacuna los melanomas dejaron de crecer en ratones. Además, se demostraron efectos positivos frente al cáncer de colon.
El próximo mes de marzo finalizará un estudio clínico fase uno que prueba en humanos una nueva vacuna creada por la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile. El proyecto, liderado por los doctores Roberto Estay, Mercedes López y Bettina Müller en el Hospital Salvador, se trata de la vacuna TRIMELVax, diseñada para tratar a pacientes con melanoma avanzado (un tipo cáncer de piel muy agresivo) y que han sido previamente tratados con inmunoterapia convencional anticheckpoint, pero siguieron progresado en la enfermedad.
“Este es el primer estudio en humanos que se hace con esta nueva vacuna que nosotros, en la Facultad de Medicina, diseñamos y probamos primero en modelos animales”, cuenta el inmunólogo Flavio Salazar, quien trabaja en el equipo que desarrolló esta vacuna. Añade, además, que esta vacuna “nace de nuestra experiencia histórica de terapias celulares contra melanoma y parte con la utilización de un lisado, una especie de extracto tumoral, que es condicionado con un shock calórico y ha demostrado en modelos de animales, que publicamos en 2020, que tiene efectos antitumorales”.
Qué efectos tiene sobre el tumor de la primera vacuna contra el cáncer de piel
El académico U. de Chile y ex ministro de Ciencia explica que este trabajo ha mostrado evidencias de que la vacuna tiene efectos antitumorales mediados por el sistema inmunológico. “Nosotros tomamos ratones, les inoculamos células de melanomas y después les pusimos nuestra vacuna o un control inocuo. Los melanomas dejaron de crecer solamente en los ratones vacunados, en los que pudimos detectar la respuesta inmunológica que se producía en estos animales y estudiar el microambiente tumoral,demostrando que nuestra vacuna podía ser efectiva para controlar el cáncer de piel y también el cáncer de colon”.
Otra de las curiosidades de esta vacuna, detalla el profesor Salazar, es que uno de sus componentes proviene de una proteína llamada hemocianina, derivada del Loco, el molusco concholepas concholepas (CCH). Este producto ha sido extraído y desarrollado por la Dra. María Inés Becker de Biosonda y actúa como un agente inmunoestimulador. “En otras vacunas contra el cáncer, el ayudante que se ha utilizado históricamente es otra hemocianina, una proteína que deriva de una lapa de Alaska que se vende en el mercado, pero nosotros iniciamos estudios hace varios años atrás, el año 2010 aproximadamente, utilizando la CCH chilena”, señala.
“Lo que hace esa proteína es gatillar una inflamación local cuando uno pone la vacuna y esta inflamación es fundamental para generar una respuesta inmunológica específica más potente contra los tumores”, explica Salazar. En este sentido, asegura que esto es un gran salto para la tecnología, refiriéndose a los avances del equipo en el Hospital Salvador, ya que «se está comprobando que la vacuna es segura en humanos y que tiene efectos inmunológicos que son detectables y esperamos también que se observe algún impacto clínico, cuando se abra y evalúe el estudio».
El primer estudio clínico en un hospital público
Uno de los médicos que está detrás de este ensayo clínico es Roberto Estay, oncólogo del Hospital Salvador, quien destaca que esta “es la primera vez que en un establecimiento de la red pública se prueba una vacuna oncológica”.
“Este ensayo clínico pionero tiene una importancia gigantesca para quienes estamos en la red pública, porque en general estamos súper demandados por las atenciones y hoy día, pese al enorme trabajo que se hace en la red pública, a veces solamente llegan las noticias malas, y acá nuestro equipo, el Servicio de Oncología del Hospital, que cuenta con el apoyo de muchos otros servicios y la Dirección del establecimiento, además de entregar miles de tratamientos oncológicos al año, además de eso, tenemos esta línea de trabajo de investigación clínica de vanguardia”, relata con orgullo el médico.
“Creemos que le hace muy bien a la red pública este espacio, donde todas las personas entran por un derecho y no por el dinero que puedan tener en un momento, de que ahí se desarrollen las innovaciones científicas importantes para el país y para las personas», sostiene el doctor Estay. En este sentido, agrega, «para nosotros es como un doble beneficio, tanto para las personas que ojalá algún día se puedan beneficiar si estas pruebas salen bien y también para el desarrollo de lo público en términos generales”.
El reclutamiento de los pacientes para este ensayo clínico fase 1 ya finalizó, y se espera completar las evaluaciones el próximo mes de marzo.
Vía Nova Ciencia.