Se han dispuesto espacios temporales, como hoteles, hostales y la habilitación de un nuevo albergue.
Debido al inicio del año escolar, los establecimientos educacionales utilizados como albergues tras el megaincendio (liceos Comercial, Gronemeyer y Fernando Durán) debieron cerrar sus puertas y prepararse para la llegada de los estudiantes. Pese a lo anterior, El Municipio Abierto de Quilpué trabajó velozmente para reubicar a las familias que aún se mantenían en dichos espacios.
El proceso de reubicación se realizó en dos frentes, uno de ellos se basó en la ocupación hotelera en las comunas de Quilpué, Viña del Mar y Olmué, mediante las ayudas tempranas del Gobierno, a la cual accedieron 17 familias (50 personas) entre ellas, grupos familiares con hijos, adultos mayores y personas en situación de discapacidad. El segundo frente, compuesto por un grupo de 18 familias (30 personas), sin hijos o personas solas, las que fueron destinadas a un nuevo albergue, ubicado en la parroquia San José.
Así, lo confirmó Nikole Corces, directora de Desarrollo Comunitario del Municipio Abierto de Quilpué, quien recalcó la importancia de resguardar a las personas afectadas por el incendio “cumplimos con el compromiso que hizo nuestra alcaldesa de que nadie se quedara en la calle, que ningún vecino o vecina se quedara sin un techo … no hubo desalojo con fuerza pública, ese fue nuestro compromiso y lo cumplimos”.
La profesional del Municipio de la Ciudad del Sol, agregó que lamentablemente hay personas que han elevado los valores de los arriendos, situación que ha dificultado que las personas afectadas puedan acceder a ellos mediante las ayudas tempranas del Gobierno, como el Bono de Acogida, “muchas personas reciben el bono de acogida que les permite, por ejemplo, arrendar algún espacio o contribuir con los gastos de alguna familiar o alguien que los acoja, sin embargo, hemos detectado un aprovechamiento de esta situación, pues existen personas que han subido los arriendos”.
Es importante recalcar que el nuevo albergue, posee todos los servicios básicos, como baños, duchas, alimentación, salud e incluso resguardo militar, con el fin de garantizar la seguridad de las familias que permanecen en las instalaciones de la parroquia San José.
Cabe destacar, que se registraron 29 familias que decidieron rechazar las alternativas propuestas por el municipio y egresar del sistema de albergues municipales, adoptando otras determinaciones, como regresar a sus terrenos o trasladarse a viviendas de amigos o familiares.