Hablar de visión sistémica implica entender que un sistema es un conjunto de elementos relacionados entre sí, que funciona como un todo organizado; enfoque que nos ayuda a visualizar el todo, permitiéndonos conocer las interacciones existentes entre sus elementos o partes, constituyendo ésta, la herramienta que nos permite captar la idea de proceso y de organización, aspecto que es importante de considerar, pues cualquier cambio en un proceso obliga a rearmar el todo y su organización.
Esta visión sistémica es un elemento potentísimo, que podría ser considerado como un modelo plausible de aplicar, llegado el momento de poner en vigor los cambios que una sociedad determinada esté exigiendo, para dar solución a sus problemas.
No obstante lo dicho, esta idea de sistema y su visión no es una creación del hombre, siempre ha existido, pues es parte de la vida misma, es el modelo que los científicos han tomado de los seres vivos en su organización, llevándolo a conceptos, permitiendo de este modo que esta idea sea posible de considerar en la teoría y la práctica, por sociólogos, psicólogos, filósofos, historiadores, biólogos, trabajadores sociales, médicos y muchos más, sin que necesariamente esta visión sistémica tenga que asociarse a una determinada forma de pensar o un color político.
Las sociedades en cuanto totalidad, dan muestra de su gran fragilidad, las que, de un momento a otro, pueden verse afectadas producto de crisis sociales realmente inesperadas para muchos. Lo que pasa es que los ciudadanos viven sin darse cuenta, encerrados en una burbuja muy consistente y difícil de reventar, obedeciendo a una organización y sistematización social que mediante artilugios y esplendorosos juegos artificiales, es capaz de mantener cautiva a toda una sociedad por muchos años, instrumentalizando por ejemplo, la aplicación de una idea y modelo de desarrollo, causante de los más grandes niveles de desigualdad e injusticia social -caso de Chile-, hechos sobre los cuales nunca se puede reclamar en condiciones de igualdad ante la institucionalidad vigente, por el simple hecho de que esta no fue instaurada para solucionar los problemas de los ciudadanos, sino que en forma velada e imperceptible para favorecer a los grupos económicos más poderosos, poder que se encuentra concentrado en manos de pocas personas.
En este tipo de asuntos la visión sistémica es una de las herramientas metodológicas más adecuada para analizar momentos de crisis social, primero en forma macro y posteriormente en forma micro, permitiendo dar cuenta de este fenómeno social en forma integrada considerando la participación de diferentes disciplinas en el área de las ciencias sociales y humanas.
Lo anterior nos permite vislumbrar en el horizonte de nuestro entendimiento, una primera luz que permitirá encaminar nuestros pasos hacia una posible respuesta a la inquietud planteada, que se manifiesta en un discurrir lógico referido a la idea de que existe la parte y el todo, donde el todo en ese caso, se refiere a la sociedad y la parte a cada uno de los sujetos que son parte de ésta -ciudadanos.-
Ambos elementos -todo y parte-, son el soporte estructural, que en los diferentes tipos de sociedad tienden a comportarse de la misma manera en cuanto soporte, pero que varían fundamentalmente en lo que son sus contenidos ideológicos y culturales, acorde con las costumbres propias de cada país, lo que facilitaría comprender por ejemplo, que puedan existir sociedades tan diversas y a la vez tan diferentes, como puede ser la de un país de occidente y la de otro país de oriente, donde su relacionarse y su convivir como seres humanos, tiene su fundamento en cosmovisiones a veces totalmente opuestas, siendo una muestra de ello el tema de la muerte, la que como personas y como sociedad vivenciamos de diferente manera, tanto es así, que tomando palabras del filósofo alemán Martin Heidegger, occidente no estaría preparado para entender y aceptar el verdadero sentido de la muerte, situación que en la cultura oriental no presenta ningún problema, pues en ésta se entiende que la muerte es parte de la vida, el fin de un proceso vital que se inicia en el momento del nacimiento, el que tiene ciclos que están determinados por la permanente lucha e interacción de dos elementos que son inmanentes a los seres vivos, la entropía (tendencia permanente de los sistemas vivos o no vivos a desgastarse y destruirse, la que aumenta con el tiempo provocando un desorden en la organización del sistema), y la homeostasis (equilibrio dinámico entre los elementos o partes del sistema, que tiende a mantener el orden de la organicidad del sistema). Ambos elementos están en una lucha permanente, donde uno tiende a destruir el sistema y el otro trata de mantenerlo operativo en el tiempo, pero al final como es lógico y comprensible, tiene que llegar el momento en que la entropía habrá cumplido con su objetivo, que es ni más ni menos, que destruir el sistema en el cual se encuentra inserto, el que por sus condiciones de desorganización y desgaste no se encuentra apto para una recuperación, produciéndose por lo tanto lo que es el destino de todos los sistemas vivos, la muerte.
La visión sistémica como ya se dijo tiene múltiples aplicaciones, en lo social, en lo económico y en lo ambiental, que son hablando metafóricamente, las tres patas de una mesa -sociedad- que permiten su estabilidad y armonía; entendiéndola como un todo, del cual son parte principal estas tres dimensiones, las que para desarrollarse dependen de una relación interactiva, que para cumplir con sus objetivos, debe ser permanente, inclusiva temáticamente y abierta al cambio, lo que si se respeta permitiría que este todo, logre un desarrollo sano y progresivo; pues ya estaría considerando un amplio espectro de situaciones cambiantes de la realidad, muchas de las cuales ya están ocurriendo, como también otras que están por ocurrir, las que de acuerdo a hipótesis científicas basadas en hechos, permitirían tener una aproximación probabilística para prever y enfrentar diferentes fenómenos -sociales, económicos, ambientales- los que en un análisis adelantado pudieran ser manejados de mejor manera, que si no se tuviera dicha herramienta predictiva; la que en base a hechos reales es capaz de extrapolar situaciones a futuro, ya sean inmediatas -predicciones meteorológicas- o de más largo plazo -cambio climático-
La validez de la aplicación de la visión sistémica cae por su propio peso; dado que desde el punto de vista del conocimiento y a la luz de una visión lógico-formal; su aplicación es probablemente una de las mejores herramientas, que podría asegurar buenos resultados en la realización de múltiples actividades y procesos llevados adelante por los seres humanos.
Finalmente, sólo queda por decir que la visión sistémica por sus características es una super herramienta de uso universal, la que incluso puede ser utilizada en el manejo y resolución de conflictos; los que en su gran mayoría surgen de la no comprensión de la idea de proceso, como también de análisis organizacional, única forma de lograr descubrir los principios ocultos que son inherentes a un sistema y que constituyen la puerta de entrada a una nueva mirada que posibilite enmendar el errado conocimiento que se tiene de las cosas, de las personas y de la sociedad.
Silvio Becerra Fuica, Profesor de Filosofía.