Durante los primeros años de vida niños y niñas van desarrollando y enriqueciendo diversas habilidades que posibilitan su participación tanto en sus hogares como en las comunidades en que conviven. Las salas cuna, jardines infantiles y escuelas se convierten en importantes espacios sociales en los que ejercen su ciudadanía, donde se producen experiencias y oportunidades que potencian aprendizajes claves para el reconocimiento y valoración de su identidad y cultura, estableciendo vínculos, y expresando sus opiniones y mirada del mundo que van explorando y descubriendo.
Esta ciudadanía y este protagonismo de las niñas y niños es el que buscamos relevar en el marco de los 160 años que la Educación Parvularia Pública se encuentra cumpliendo en nuestro país. La convocatoria Jardín de Memorias no sólo conmemora este hito histórico, sino que busca involucrar a la ciudadanía en la construcción de una memoria colectiva que destaque la importancia de la educación inicial.
A través de la iniciativa Jardín de Memorias, nos encontramos recopilando fotografías y relatos que invitan a todas y todos a compartir sus experiencias en salas cuna, jardines infantiles y en los primeros años en las escuelas, subrayando el impacto que el primer nivel educativo tiene en la vida de cada persona. Porque la Educación Parvularia forma parte del tejido social y es el presente de Chile.
Asistir a la educación parvularia no es solo una cuestión de aprendizaje, sino la base sobre la cual se construye el desarrollo integral de cada niño y niña. Es en estos primeros años donde se forjan y amplían las habilidades socioemocionales, se despierta la curiosidad por aprender jugando, y se fortalece la capacidad para convivir en comunidad. Cada experiencia en este nivel educativo contribuye a formar personas seguras, empáticas y con un sentido de pertenencia, elementos esenciales para una sociedad cohesionada y equitativa.
Jardín de Memorias es una celebración de la educación inicial como un bien colectivo, que nos permite además reconocer el rol de cada una de las personas en la construcción de la memoria histórica, pues cada educador/a, niño, niña, familia y comunidad ha contribuido de manera única a la rica tradición de la educación parvularia en nuestro país. Porque sus experiencias, conocimientos y esfuerzos colectivos han sido y seguirán siendo pilares fundamentales en la evolución y fortalecimiento del inicio de las trayectorias educativas de las niñas y niños, las invitamos a enviarnos sus registros y sumarse a este espacio de construcción colectiva, a este espacio ciudadano que nos pertenece a todas