A un año de la tragedia que azotó a tres comunas de la Región de Valparaíso, que terminó con la vida de 137 personas y cambió radicalmente el destino de muchas comunidades, los balances no son positivos y dejan mucho que desear.
Para el ex consejero regional, Manuel Millones, las pérdidas de vidas humanas, la destrucción de bienes materiales y la muerte de mascotas, sumado al medioambiente destruido se vuelven doblemente dolorosas al comprobar que pese al tiempo transcurrido , aún no existen responsabilidades políticas, penales y o administrativas, ya sea por acción u omision que derivó en esta tragedia.
“La pregunta que hoy debemos hacer es: ¿ahora si estamos preparados con cortafuegos eficientes? ¿cuántos municipios tienen listos sus planes de evacuación? ¿las comunidades conocen esos planes? Lamentablemente si hoy ocurriera un gran incendio, tendríamos probablemente los mismos resultados, porque no se ha avanzado en estas materias prácticamente en nada.”, sentenció Millones.
A este oscuro panorama se suma, la falta de reconstrucción, con cifras insignificantes de viviendas levantadas en 365 días.
“Es evidente que el proceso de reconstrucción ha sido un fracaso, pero lo que uno espera del Gobierno es que deje de lamentarse y los ministros o funcionarios no busquen lavarse las manos y hagan su trabajo, poniendo urgencia a todos los planes. Es ahora donde el gobierno debe demostrar que está desgracia dejó enseñanzas y que todos los que tienes roles para hacer frente a estos desastres, están capacitados y la institucionalidad preparada. La reconstrucción en este segundo año debe comenzar con pedir perdón a los damnificados e inmediatamente después ponerse a trabajar para apurar las soluciones”, agregó el ex core.
Recordemos que durante el proceso, Manuel Millones lideró el apoyo a algunas ollas comunes, más la instalación de una lavandería y panadería popular.
“Todos aportamos un granito de arena buscando que las familias tuvieran un mejor pasar y puedieran enfrentar de menor manera los desafíos que tienen por delante. Es hora de hablar menos, y tener más liderazgo, responsabilidad y acciones concretas en beneficio de todos los damnificados”.