Los damnificados del megaincendio de febrero de 2024, decidieron radicalizar sus acciones por la falta de respuesta de las autoridades a su petitorio de exigencias. La decisión fue adoptada luego que fracasara una reunión con el delegado presidencial regional de Valparaíso, Yanino Riquelme.
Un primer tropiezo en el proceso de negociación que se había abierto en la última semana ocurrió la mañana del sábado, cuando dirigentes representantes de los damnificados se reunieron con funcionarios de la Delegación Presidencial para definir la cantidad de dirigentes que podrían asistir a una reunión programada para el mismo día, sin llegar aun acuerdo, provocando molestia en los afectados y sus familias.
A través de un comunicado oficial de la agrupación de víctimas de los atentados del 2 y 3 de febrero, los damnificados señalaron que la reunión «se vio frustrada por la falta de empatía por parte de funcionarios públicos», quienes «no contestaron ninguno de los puntos del petitorio que motivó a la huelga de hambre, a un año del abandono por parte del gobierno». Además, los funcionarios habrían tomando una actitud que los afectados calificaron de «prepotente, poco empática y sin poder resolutivo».
El comunicado por la agrupación de víctimas incluye 3 puntos claves para la intesificación de su propuesta: la radicalización de la huelga de hambre (rechazaran la atención médica por parte del Estado debido a la falta de respeto de las autoridades), la suma de huelguistas, que hasta las 11 p.m sumaba 3 nuevos participantes; y el anuncio de movilizaciones en Quilpué y Viña del Mar.