El envejecimiento en Chile está cambiando de rostro. Según proyecciones, para el año 2025 un 32 % de la población sería persona mayor, una cifra que redefine los desafíos sanitarios, sociales y culturales del país.
Lejos de la imagen tradicional de dependencia, hoy observamos personas mayores más activas, trabajadoras y conscientes de su salud. Muchos continúan en el mercado laboral, practican deporte de manera regular y se hacen cargo de su autocuidado, prolongando su autonomía y calidad de vida.
Los datos lo confirman, ya que el 85,8 % de los adultos mayores es autovalente y un 35,5 % participa en actividades comunitarias o sociales. Además, la satisfacción con la calidad de vida ha aumentado significativamente en la última década, alcanzando el 73,2 %.
Sin embargo, los desafíos siguen. Tres de cada cuatro personas mayores conviven con alguna enfermedad crónica, y cerca de 300 mil personas viven con dependencia severa, muchas sin acceso a cuidados de larga estadía.
En este contexto, la salud, la prevención y la participación social deben ser ejes prioritarios. Las políticas públicas y el sistema de salud deben adaptarse a este nuevo perfil, promoviendo una vejez activa, autónoma y con sentido.
Los adultos mayores de hoy son protagonistas de una nueva etapa vital, más prolongada, más saludable y comprometida con su bienestar. Reconocerlos y acompañarlos en este proceso es fundamental.
Marcela Díaz Fluhmann
Directora Enfermería Campus Casona
Universidad Andrés Bello