Diciembre en nuestro país viene acompañado de vitrinas iluminadas, ofertas “imperdibles” y campañas que invitan a comprar hoy y pagar después. La Navidad, más que una fecha, se transforma en una verdadera prueba para el bolsillo. Sin embargo, celebrar no debería significar comenzar el año siguiente con deudas que se arrastran por meses o incluso años. El buen criterio financiero es hoy más necesario que nunca.
El primer paso para unas compras responsables es definir un presupuesto realista. Antes de salir a comprar, conviene establecer cuánto dinero se puede destinar efectivamente a regalos, sin recurrir a créditos que comprometan ingresos futuros. En este punto, una regla simple es clara: si no se puede pagar al contado o en pocas cuotas sin interés, probablemente no es una compra prudente.
Otro aspecto clave es diferenciar necesidad de impulso. Muchas promociones apelan a la urgencia emocional del momento, pero no todo regalo debe ser costoso para ser significativo. En muchos casos, opciones sencillas, experiencias compartidas o detalles personalizados tienen más valor que un producto adquirido a última hora y financiado con deuda.
El uso de tarjetas de crédito merece una mención especial. Si bien son una herramienta válida, su mal uso puede generar sobreendeudamiento silencioso. Las cuotas pequeñas suelen dar una falsa sensación de control, pero al sumar varios compromisos, el presupuesto mensual termina asfixiado. Revisar el estado de cuenta antes de comprar y evitar acumular cuotas más allá de marzo es una señal de responsabilidad financiera.
Asimismo, es recomendable comparar precios con anticipación. En Chile existen múltiples plataformas que permiten revisar valores y evitar pagar de más. Comprar con tiempo no solo reduce el estrés, sino que también disminuye la probabilidad de caer en compras impulsivas o poco convenientes.
Finalmente, es importante recordar que la Navidad no se mide por el monto gastado, sino por el sentido de encuentro y tranquilidad que genera. Regalar sin endeudarse es también un acto de cuidado personal y familiar. Partir el nuevo año con las finanzas ordenadas es, sin duda, uno de los mejores regalos que podemos darnos.
Celebrar con criterio no significa privarse, sino elegir con responsabilidad. En un contexto económico desafiante, la verdadera buena noticia es llegar a enero con paz financiera y sin cuentas pendientes.
Dr. Francisco Javier González Puebla
Director Carreras Administración
CFT-IP Santo Tomas – Viña del Mar



















