En la más reciente sesión del Concejo Municipal de Valparaíso realizada ayer, y antes que el intendente Jorge Martínez anunciara la suspensión por razones sanitarias del espectáculo pirotécnico Año Nuevo en el Mar, la concejala porteña Marina Huerta solicitó al alcalde Sharp y al Concejo Municipal que acordaran suspender los fuegos artificiales, dado el riesgo de contagio de coronavirus que generan las aglomeraciones propias de ese evento.
En esa misma sesión, Huerta planteó una inédita iniciativa: Que en reemplazo del espectáculo pirotécnico, se haga un solemne homenaje a los fallecidos y enfermos de coronavirus de Chile y de todo el mundo, y a los trabajadores de la salud, consistente en que a las cero horas del nuevo año y durante 3 minutos, las iglesias hagan sonar sus campanas, que los barcos y los carros de los bomberos toquen sus sirenas, y que los buques de la Armada que están en el Molo de abrigo, iluminen con sus focos los cielos y los Cerros de Valparaíso.
Lo anterior sería a modo de «un gesto humano y excepcional, porque se trata de un año nuevo excepcional, en que vivimos esta lamentable e inolvidable pandemia, que tanto dolor ha causado a millones de personas en el mundo», indicó la concejal Huerta.
La concejal Huerta, quien hasta el año 2016 ocupó ese mismo cargo en la Ciudad Puerto, reasumió hace solo unos días a raíz de la renuncia del también DC, Marcelo Barraza, quien aspira a ser alcalde de Valparaíso.
La moción planteada por Huerta está siendo evaluada por el alcalde Jorge Sharp y por el resto de los concejales porteños.