Como respuesta a los contagios de COVID-19 que continúan subiendo, a contar de las 05:00 horas de hoy comenzaron a regir una serie de medidas restrictivas dispuestas por el Gobierno, entre ellas, el cierre de fronteras. En ese contexto, cesaron los vuelos internacionales del aeropuerto internacional Arturo Merino Benítez.
Este cierre de fronteras se extenderá por 30 días, “tanto para ciudadanos chilenos como para residentes extranjeros en nuestro país”, según explicó la subsecretaria de Prevención del Delito, Katherine Martorell.
No obstante, quienes tengan una situación extraordinaria pueden solicitar una autorización, a través de la Comisaría Virtual, mediante un formulario. Estas excepciones serán por motivos urgentes y calificados como de carácter humanitario, como tratamientos de salud o gestiones imprescindibles para la marcha adecuada del país.
La medida también implica que no pueden ingresar al país extranjeros durante los próximos 30 días. Especialmente los turistas provenientes de naciones consideradas de “transmisión comunitaria” de la pandemia por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Al hacer el anuncio, la subsecretaria indicó que es posible hacer una excepción si los pasajeros están debidamente autorizados por “la autoridad consular chilena en el país de origen, bajo criterios sanitarios fundados emitidos por la autoridad sanitaria, mirando siempre el interés general del país”.
En el caso de los camiones que ingresen a Chile por la frontera terrestre -para entregar bienes esenciales- se les exigirá a los choferes un test PCR negativo, realizado con un máximo de 72 horas previo a su entrada al país, y en los diversos controles fronterizos se les realizarán exámenes aleatorios de antígenos a los conductores.
Si un conductor llega a resultar positivo a COVID-19, ingresará a una residencia sanitaria y la empresa transportista deberá hacerse cargo de la operación de la carga y del camión.