Las limitaciones y la obligación de llegar a acuerdos como efecto del quórum de dos tercios; la reformulación del Tribunal Constitucional ya sea reemplazándolo por la Corte Suprema o un Consejo Constitucional, al estilo francés y el impacto lento, pero progresivo, de la nueva Constitución en la vida de los chilenos, fueron algunos de los temas que abordó el convencional Agustín Squella durante el conversatorio que sostuvo en Playa Ancha con vecinos, artistas e intelectuales residentes en el ese cerro, como Bernardo Subercaseaux.
“La nueva Constitución es como tocar un acordeón: La Convención pone la partitura, pero serán los futuros gobiernos lo que deberán tocar la melodía”, explicó el constituyente del distrito 7.
Una se las preocupaciones que se expusieron en el encuentro, realizado en el café Weddington, fue la caída de la imagen de la Convención ya que los casi cuatro meses dedicados a aprobar los reglamentos y el cronograma se ven hacia afuera como una suerte “de pérdida de tiempo”, como también cuestionaron el rol de la centroizquierda presente en el órgano que llega al 70%.
Al respecto Squella sostuvo que ha habido incordios pero que la Convención está trabajando y avanzando en la propuesta donde, reconoció, hay riesgo de caer en la grafomanía (exceso de texto) o en la telegrafomanía (texto muy esquemático y reducido).
“Existe la tentación de poner todos los sueños en una Constitución como, por ejemplo, el derecho a la felicidad que, para mí, es algo personal. Por eso prefiero un texto austero que aborde los puntos esenciales, y no uno retórico que hable del derecho a la felicidad o de la América Latina telúrica”, indicó.
Un texto austero, agregó, que cubra los aspectos esenciales que aquejan a los chilenos como salud y educación de calidad, y vivienda, sueldos y pensiones dignas.
Finalmente, el pintor Gonzalo Ilabaca remarcó que el Capítulo 1, a propósito de la propuesta que realizó el propio Squella, junto a convencionales del colectivo del Apruebo, es una oportunidad para unir a los chilenos en torno a una constitución ecológica: “Los cuatro puntos cardinales de esta Constitución deben ser los derechos humanos, los derechos de la naturaleza, el derecho al hábitat y el derecho al patrimonio cultural; cuatro puntos que se unen en el Chile tricontinental”. Además, manifestó la necesidad de abandonar el antropocentrismo.
El Tabo
En tanto, en El Tabo, los vecinos, junto al concejal Rolando Espinoza, realizaron un Cabildo a orilla de la playa, oportunidad en que Squella remarcó que es muy probable que Chile pase de un presidencialismo exacerbado a uno moderado. También se refirió a la necesidad de tener una democracia representativa, pero enriquecida con aspectos de democracia directa como iniciativa popular de ley o plebiscitos para zanjar temáticas específicas, como también la importancia de garantizar derechos sociales.
Con ambos encuentros, el convencional dio término a la tercera semana territorial, que incluyó además Reñaca Alto y Glorias Navales, en Viña del Mar, y Casablanca. Además de visitar medios de comunicación en San Antonio y El Quisco.