El abogado Andrés Silva, representante de los concejales que acusaron a Virginia Reginato por notable abandono de deberes, analizó los fallos que recayeron en la exalcaldesa de la Ciudad Jardín. Además, precisó en los desafíos que deberán enfrentar las próximas administraciones comunales para subsanar la crisis que generó la era de la anterior autoridad.
Por Francisca Palma Schiller
La pasada administración de Virginia Reginato en Viña del Mar sigue generando repercusiones: pago de horas extras, finiquitos auto otorgados, notable abandono de deberes, nepotismo y una serie de irregularidades marcaron los más de 16 años que estuvo la exalcaldesa en la Municipalidad de la Ciudad Jardín, una de las comunas más relevantes y prestigiosas del país.
Así, el año pasado el abogado de la zona, Andrés Silva, tuvo el desafío de representar a los concejales de la comuna que acusaron a la exalcaldesa. Bajo este reto, el requerimiento judicial falló a su favor: la era de Virginia Reginato, ejerciendo cargos de elección popular, terminó por al menos 5 años. Esto, debido a que el Tribunal Calificador de Elecciones (Tricel) la sancionó por «notable abandono de sus deberes», decisión que la obligó, incluso, a dejar su puesto como concejal de la comuna.
Hoy, a casi siete meses de la decisión, el abogado reveló detalles del desafío laboral que tuvo que enfrentar. Por otro lado, entregó su visión sobre las responsabilidades y cambios que deberán asumir las próximas administraciones para devolverle, a Viña del Mar, un municipio digno de sus habitantes.
-¿Qué significó la sanción de Virginia Reginato tanto para ella, como exalcaldesa, como también para la comunidad?
-“La sanción fue proporcional a que no podía seguir en su cargo, sin embargo, esa sanción debería haber llegado cuando ejercía su cargo de alcaldesa: no solo hay un descuido, que dejó en evidencia el fallo, sino que hay una maniobra, una maquinación, una preparación destinada a generar una perpetuidad en el poder a cualquier costo, no fijándose en el cuidado de recursos públicos y por eso habían irregularidades. Esta sanción es ejemplificadora, porque no le permitió seguir como concejala”.
El abogado agregó que “estas denuncias se empezaron a hacer, porque en primer lugar, en Viña del Mar había una situación generalizada de muchas irregularidades que se tapaban. Virginia Reginato fue destituida porque esta situación financiera se ocultó, se mostró una realidad paralela y pudimos comprobar ese déficit que hace crisis y no solo crisis a Macarena Ripamonti, sino que la comuna va a sufrir muchos años por esta precariedad presupuestaria”.
-¿Pagó lo que debería haber pagado?
-“Aquí hay que perseguir responsabilidades. Yo creo que Virginia Reginato ya pagó, desde el punto de vista administrativo, y lo que yo creo que sería oportuno es perseguir responsabilidades a quienes estaban detrás, ahí se debería apuntar ahora. Aquí la situaciones más irregulares están detrás de Reginato. Espero que se den estas investigaciones y querellas, para así perseguir responsabilidades personales”.
-¿Qué desafíos vienen para la Municipalidad de Viña del Mar? ¿Qué cambios se deberían aplicar?
-“Todo el mundo espera que tienen que haber cambios estructurales en cómo funciona el municipio, ya que no sacamos nada con cambiar a una administración por otra y que se mantengan las mismas prácticas. Hoy, por ejemplo, veo algunas señales en lo que dice relación con grandes dotaciones de personal, que no cumplían funciones. Uno esperaría que esa cantidad de personas se fueran reduciendo paulatinamente. No es posible que el municipio mantenga una planta paralela a honorarios, eso no existe en otro municipio de Chile”.
Finalmente, Silva subrayó que “hay un desafío en la estructura de cómo funciona el Municipio y este año será decisivo para conocer, en definitiva, ‘la mano’ de la nueva administración con el Presupuesto 2022. Tiene que haber un cambio estructural, no solo de persona”.