Este martes, luego de diez días de audiencias, la justicia francesa declaró culpable al chileno Nicolás Zepeda por el homicidio —con premeditación— de su ex novia Narumi Kurosaki, crimen por el cual el joven fue condenado a 28 años de cárcel.
En la audiencia final, también se determinó que Zepeda debe pagar más de 114 millones de pesos a la madre de la joven estudiante junto a sus hermanas, además de 4 millones a su ex novio, quien aseguró que donará dicho dinero a una asociación benéfica.
Narumi Kurosaki desapareció en diciembre de 2016 en la ciudad de Besanzón y Zepeda fue la última persona que la vio con vida tras viajar de Chile para reunirse con ella, pese a que habían terminado su relación.
El juicio contra Zepeda estuvo marcado por el emotivo testimonio de la familia de Kurosaki -que pidió que el chileno no quedara libre- además de distintas pruebas y las insólitas respuestas que muchas veces tuvo Zepeda ante las preguntas de los abogados.
La estudiante con el chileno dieron término a su relación entre septiembre y octubre de 2016, al poco tiempo la joven llegó a Francia, específicamente a la ciudad de Besanzón a estudiar, donde conoce a quien sería su pareja: Arthur del Piccolo.
En diciembre de ese año Zepeda viaja a la misma ciudad y se estaciona en cercanías de la residencia donde vivía Kurosaki. Al ser consultado del por qué elige ese lugar, el chileno declaró que era el único disponible. También señaló que veía series en su teléfono y no quiso quedarse en un hotel para ahorrar dinero.
El 4 de diciembre Kurosaki y Zepeda se encuentran y salen a cenar juntos para posteriormente volver al dormitorio de la joven. En la madrugada varios estudiantes testificaron que escucharon gritos «estridentes, de una película de terror y hasta usaron la palabra asesinato».
Según los datos recogidos por Franceinfo, Zepeda declaró que lo que escucharon se trataba de una relación sexual que mantuvo con su ex pareja. Posteriormente dijo que no escuchó nada como lo descrito por los otros estudiantes.
Compras de Zepeda
Durante las audiencias se estableció que el chileno compró un bidón de cinco litros de combustible y una caja de fósforos además de productos de limpieza.
Al ser consultado por los abogados del caso sobre dichas compras, Zepeda señaló que decidió tener combustible de repuesto en caso de tener un imprevisto, mientras que los fósforos los compró porque le gustó la caja.
Con respecto a los productos de limpieza señaló que los usó para limpiar el tapiz de uno de los asientos del auto que arrendó porque lo manchó con comida y no quería ser multado entregando el auto sucio.
Sin embargo, la persona que arrendó el mismo auto contó que estaba lleno de barro y ramas.
Otra de las pruebas presentadas en el tribunal fue la geolocalización del celular de la estudiante, el que se activó en los mismos lugares en los que estuvo Zepeda tras la desaparición de Kurosaki: España y Chile.
Particulares preguntas
Fue durante la séptima jornada de juicio donde se leyó la declaración de Juan Felipe Ramírez, un primo de Zepeda que no quiso declarar en el juicio por videollamada.
En su testimonio recordó que su primo le realizó particulares preguntas como qué hacer si encontraba a alguien ahorcado, cómo muere alguien ahorcado o si era más rápido morir de un corte en el cuello o ahorcado.
También le pidió que no le contara a nadie sobre su viaje a Europa porque no quería tener problemas con su padre. Consultado sobre la declaración de su primo, Zepeda afirmó no recordar el haber realizado esas preguntas.
Pidió borrar conversaciones y traducciones
Megumi Sugisaki, amiga de Nicolás Zepeda, contó que el chileno la contactó «para saber la información difundida en Japón por la desaparición de Narumi (…) me pidió que borrara toda la comunicación que había tenido conmigo en Facebook».
Para comprobar que Sugisaki habría seguido su orden de borrar los mensajes, le solicitó que le enviara una captura de pantalla.
En esa misma oportunidad recordó que en octubre de 2016 le pidió ayuda para traducir un par de textos. «Quería que lo tradujera en estilo femenino. La persona de la que se trataba iba a emprender un viaje y esta es la razón por la que no pudo responder los mensajes».
«Estoy tomando un tren para irme de viaje así que no puedo usar wifi», fue una de las frases que Zepeda le pidió traducir. El mismo mensaje fue enviado a familiares y amigos de Kurosaki tras su desaparición.
(Fuente: T13)
(Foto: redes sociales)