Los primeros años de vida son clave en el desarrollo del lenguaje oral y escrito, y la interacción temprana de niños y niñas con los libros, favorece este proceso. La primera infancia, desde la más temprana edad, constituye una etapa clave para acercar a los niños y niñas a la lectura y escritura. En este sentido, los jardines infantiles y salas cuna de Fundación Integra cuentan con diversas herramientas pedagógicas para favorecer el desarrollo del lenguaje oral y escrito, incorporando estrategias que vinculen a las familias con este importante proceso.
La directora regional de Fundación Integra, Maritza Rivera, señaló que “la lectura representa una herramienta esencial para la adquisición de conocimientos y aprendizajes, aportando al desarrollo de procesos cognitivos y afectivos de los niños y niñas. Por ello, nuestros jardines infantiles incorporan propuestas pedagógicas que van en esta línea, así como diversas iniciativas que buscan favorecer la interacción temprana de niños y niñas con todo tipo de textos, a través de experiencias lectoras gozosas y emocionalmente enriquecedoras, que puedan desarrollarse también en familia”, señaló la autoridad.
Esta primera interacción con los libros es fundamental, por ello es tan importante que los adultos que se relacionan con los niños y niñas, generen espacios que brinden una oportunidad para compartir, conocer nuevas palabras, su significado y uso en contexto, enriqueciendo así el vocabulario.
El jardín infantil Estrellita Luminosa de la comuna de La Calera, ha ido desarrollando un trabajo importante en esta línea, integrando la literatura desde el nivel de sala cuna, favoreciendo el desarrollo del lenguaje, la expresión de las emociones y el pensamiento creativo en los niños y niñas.
“Esta experiencia ha sido maravillosa, creo que nos ha aportado mucho desde la adquisición y el desarrollo del lenguaje en los niños, claramente nosotras notamos cuales son los niños que comienzan desde la sala cuna en donde comenzamos a fomentar la lectura. Esto facilita la expresión y, desde el interés en las familias, en sus casas, claramente también lo notan, ellos muy contentos por este trabajo que nosotros hacemos a diario y desde la sala cuna y hasta los niveles más grandes”, señaló la directora del establecimiento, Jazmina Navarro.
Para acercar a los niños y niñas a la lectura, se recomienda comenzar con libros que contengan imágenes y palabras, para luego incorporar frases simples, por ejemplo, historias sencillas, prosas, versos o canciones del folklor popular. Posteriormente, se pueden ir sumando libros que contengan textos más extensos, como los cuentos.
Asimismo, y a través del ejercicio de modelado de la lectura, se pueden ilustrar las convenciones del lenguaje escrito, mostrándole al niño o la niña que se lee de izquierda a derecha y de arriba hacia abajo. De esta manera, si el adulto señala con el dedo las palabras y letras, los niños y niñas poco a poco comenzarán a identificarlas en situaciones cotidianas, facilitando el desarrollo de la lectoescritura Autónoma.
¿Qué características deben tener los libros según el rango de edad de niños y niñas?
Para niños y niñas entre 0 y 2 años:
Libros de materiales lavables como tela, goma, plástico.
Libros que ofrezcan texturas.Libros de un tamaño que permita la manipulación autónoma hasta 20 x 20 centímetros.
Para niños y niñas entre 2 y 4 años:
Libros de materiales resistentes, que permitan la manipulación independiente, por ejemplo, cartón grueso.
Libros con troquelados que permitan a los niños y niñas interactuar y jugar.
Libros con una extensión sensible a sus periodos de atención y concentración, de hasta 15 páginas.
Para niños y niñas entre 4 y 6 años:
Libros en distintos tamaños y formatos, por ejemplo, clásico, gigantes, acordeón.
Libros no literarios para buscar información de su interés, por ejemplo, diccionarios, biografías, enciclopedias, entre otros.
Libros con formas 3D, pop Up, interacciones con recursos tecnológicos, por ejemplo, realidad aumentada.