Después de cinco años, finalmente la comunidad de Puertas Negras, en Playa Ancha, Valparaíso, puede disfrutar del Centro Infantil Comunitario Abierto (CICA), diseñado por los propios vecinos del sector, con el apoyo de arquitectos de la Universidad de Valparaíso (UV), quienes junto al programa Quiero Mi Barrio del Ministerio de la Vivienda y Urbanismo, la Municipalidad de Valparaíso construyeron un espacio público cuya inversión superó los 400 millones de pesos.
El devastador incendio de enero de 2017 destruyó el lugar, pero no amilanó a los vecinos quienes al día siguiente del siniestro se dieron a la tarea de la reconstrucción. Fue en ese momento que comenzaron a trabajar con el Centro de Investigación de Vulnerabilidades e Informalidades Territoriales, (CINVIT), dirigido por el profesor Lautaro Ojeda, de la Escuela de Arquitectura UV a través de la metodología de investigación-acción participativa.
De esa forma lograron diseñar un espacio, hoy denominado “Renacer” por los propios vecinos, de mil mts2 en forma de zócalo, compuesto por una multicancha, dos graderías, una plataforma de juegos infantiles, bodega y baños públicos, más una pasarela que permite una mirada panorámica del barrio y en la que se disponen resbalines y una batería de columpios.
Arquitectura para todos
El encargado de dirigir el proceso, el arquitecto UV Lautaro Ojeda, señaló que “es un sueño, un proceso de cinco años de colaboración comunitaria con diferentes actores, donde no faltaron los problemas, pero lo que más nos gratifica es que hoy podemos entregar un lugar de calidad en diseño y en arquitectura, cargado de sentimientos del barrio y que le da un espacio público a una población que jamás lo había tenido”.
“Puertas Negras se regulariza en el programa Operación Sitio en los años 60’ como asentamiento informal, pero tuvieron que pasar 50 años y un incendio para que recién el Estado pusiera sus ojos acá para construir espacios públicos. Nos motiva es darle el derecho a la estética y al diseño a quienes siempre se les ha negado. La arquitectura no es para la elite, es para todos, donde la prioridad deben ser los más vulnerables”, añadió.
Ojeda enfatizó en que “se trata de un proceso socio-espacial y socio-educativo. No puedo imaginar irme, he estado cinco años acá y vamos a seguir, es un enorme desafío. Pudimos cumplir las promesas que les hicimos a los vecinos el 3 de enero de 2017 cuando les dije que no me iba ir a hasta terminar. Pudimos convertir unas cenizas en un espacio lleno de vida, donde la palabra que más se repite es Renacer”.
Para la dirigente vecinal Nancy Cavieres, “esto empieza hoy, es el proceso de una construcción de un espacio físico, pero sustentado con sentimiento de barrio. Puede que para las autoridades solo sean números, pero para nosotros es querer profundizar, reflexionar y mostrarle a los más chicos que se pueden cumplir los sueños, que se puede alejar de la delincuencia y la droga, hay esperanza, es el renacer de una población que quiere ser más, que quiere luchar, que tiene muchos sueños y expectativas”.
Compromiso con el territorio
El rector UV Osvaldo Corrales valoró que “este proceso es la materialización de una de las misiones de la UV que es contribuir al desarrollo local y regional, mejorando la vida de la comuna de Valparaíso. Es un proyecto de la UV ha desplegado sus capacidades profesionales y técnicas, pero también donde ha aprendido de esta experiencia con las y los vecinos. Como institución del Estado tenemos un compromiso con el territorio, en especial con Playa Ancha, donde tenemos nuestras facultades de Ciencias, Arquitectura y Odontología, por lo que es parte de la misión que debemos cumplir”.
En tanto, Alejandro Escobar, director de Secpla de la municipalidad de Valparaíso, destacó que “es importante concretar la articulación entre la universidad, municipalidad y minvu para ponerse al servicio de las necesidades de los vecinos. Esa es la forma adecuada de combinar el ámbito académico con las políticas públicas y la administración. Es un paso en el acercamiento que queremos tener con las universidades, en especial con la UV, institución con la que tenemos varios proyectos en conjunto, encontrándonos en terreno, donde tenemos que estar”.
Según Belén Paredes, seremi de Minvu, “es el término de un proceso integral que no solo significó reconstruir viviendas, sino también la recuperación de un espacio para las personas del barrio, sobre todo para los niños que fueron partícipes del proceso de co-creación del diseño de esta plaza, que contó con la UV como socio fundamental, enfocado en que fuera un espacio para las personas, contribuyendo a la cohesión social”.