El uso de piel de donante vivo por primera vez para tratar a paciente infantil con una profunda quemadura del 30 % de la superficie de su cuerpo marcó un nuevo hito en los casi 250 años de existencia del Hospital Carlos van Buren, intervenciones que fueron posibles gracias a la donación altruista del órgano que recibió el centro porteño desde el Banco de Piel de Iquique.
Especialistas añoran que la experiencia permita establecer una entidad que permita procurar tejidos a nivel local.
El recinto hospitalario recibió a un paciente pediátrico de dos años con una profunda quemadura por fuego que cubrió el 30 % de superficie de su cuerpo, ante la complejidad del caso, sumado a las pérdidas que sufrió el Banco de Tejidos del Hospital San Borja Arriarán, afectado por un incendio el año pasado, los especialistas buscaron distintas opciones para su manejo, de esa forma, lograron obtener desde el centro hospitalario nortino, piel de donante vivo que fue sometida a una cirugía de abdominoplastía.
La especialista de la Unidad de Cirugía Pediátrica del Hospital Carlos van Buren, Constance Marucich, explicó que, a pesar que no es la primera vez que reciben a un gran quemado, “no es lo habitual, por lo tanto, hemos tenido que juntar todos nuestros esfuerzos y elaborar un plan de tratamiento que es mucho más difícil de lo que hacemos generalmente, buscar nuevos recursos, nuevos insumos y apoyos de otras partes que no tenemos siempre”.
En ese contexto, la cirujana pediatra detalló que “surgió la posibilidad de buscar en el banco de piel que existe en el norte y nos prestaron tejido, llegó piel de donante vivo obtenida en cirugías de abdominoplastía, es de mujeres que donan la piel que les sacan del abdomen y eso se esteriliza y se conserva en un congelador especial”.
La médica enfatizó que el mencionado caso es un precedente para la región, “ya hemos tenido pacientes con esta extensión de quemadura, pero la novedad es ocupar piel de banco de tejidos de donante vivo para dar cobertura transitoria, en general, lo que se hace es cubrir con piel de cerdo o con piel de donante cadáver que se hace en algunos centros en Santiago, pero nosotros acá no habíamos tenido la experiencia de dar cobertura transitoria con piel de banco de donante vivo”.
La enfermera coordinadora (s) de la Unidad de Trasplante y Procuramiento de Órganos y Tejidos del Hospital van Buren, Constance Paredes, subrayó que este hito “significa aumentar las posibilidades de atender a estos requerimientos que lamentablemente no disminuyen en número, por lo tanto, podemos atenderlos de esta manera con más opciones de terapia y para contribuir en la recuperación en estos pacientes”.
Proceso paulatino
Respecto del tratamiento, Constance Marucich explayó que “es un proceso, no podemos hacer un tratamiento rápido y de una sola vez, en cada pabellón, que lo hacemos cada tres o cuatro días, fuimos viendo las zonas de la piel quemada que ya no se iban a recuperar para retirarla y darle la cobertura transitoria para proteger al paciente en su estado global”.
En cuanto al estado actual del paciente, la profesional de la salud indicó que “ya terminamos de retirar toda la piel quemada, el paciente ya salió de su estado de gravedad, está estable, sufrió algunas infecciones que fueron tratados, por lo tanto, está fuera de riesgo vital. Cubrimos de forma transitoria con esta piel del banco de tejidos que nos llegó del norte, entonces ya tenemos todo cubierto y estamos empezando con el proceso de los injertos, que también va a ser progresivo”.
Otras alternativas
Para sumar alternativas que permitan mejorar las opciones de tratamientos de gran quemado y otros problemas de salud, el Hospital Carlos van Buren se encuentra desarrollando un ensayo clínico con el uso de membrana amniótica donadas altruistamente por usuarias del centro asistencial.
En ese escenario, la cirujana pediátrica Sandra Montedónico comentó que “desde el año 2015 comenzamos a estudiar los efectos que tiene hacer una curación de los niños quemados con membrana amniótica que es la que recubre al feto durante la gestación, es muy delgada y sabemos desde hace más de 100 años que tiene propiedades antiinflamatoria, analgésica, antibiótica y lo más importante, propiedades pro regenerativas, es decir, induce la regeneración de los tejidos”.
Costos
El jefe de la Unidad de Cirugía Pediátrica del centro asistencial porteño, Sergio Acevedo, destacó el importante ahorro que significa la posibilidad de procurar tejidos en el mismo hospital, “si el hospital lograra procurar sus propios tejidos para manejar muchas otras patologías, no solo en el ámbito de la cirugía pediátrica, podría significar un gran ahorro de costo porque esto puede ser muy eficiente para el manejo de las enfermedades que trata y además a unos valores que son una fracción de lo que significa comprar insumos tan caros que hay que traerlos de Estados Unidos y otros países”.