El pasado 25 de mayo el ministro de Transportes, Juan Carlos Muñoz, informó que a contar del 3 de julio del presente año se exigirá a los conductores del Gran Valparaíso el uso de validadores electrónicos al interior de los microbuses.
Al mismo tiempo desde la Confederación del Transporte Público respondieron que con las condiciones actuales en la región «esta implementación será un fracaso».
El domingo se cumplió el paso y, al parecer, no pasó nada.
Así al menos lo ratifica el presidente de mencionada organización gremial, Óscar Cantero: «El 3 de julio se cumplió el plazo para la instalación de los validadores, un sistema tan anhelado por nosotros, aunque ya es imposible que se haga porque, primero, se debió pone en la mesa el sueldo del conductor; y, segundo, que es lo más relevante, con cuántos conductores se hará funcionar un sistema en el que hay un déficit de más de más de 4 mil conductores en la región, por tanto es imposible que se lleve a efecto esta situación».
Agregó que «considerando, además, que hay que educar a la población, instalar los puntos de venta de recarga, los paraderos definidos, implementar terminales en buenas condiciones, disponer de buses en buen estado… O sea, hay una serie de condiciones que debía efectuarse antes de pensar en la instalación de estos validadores tan esperados. Más de tres años que tuvieron las empresas para materializar esta iniciativa y no fue fiscalizada, no se trabajó con el ministerio (de Transportes y Telecomunicaciones) de la gestión pasada».
Finalmente aseveró Cantero que «hoy la instalación de este tipo de tecnología requiere de, por lo menos, dos años, pues no un plan que se ejecute de la noche a la mañana. Espero que la autoridad haga la pega que corresponda, porque si no se resuelve cada punto que estamos presentando, es imposible que se lleve a efecto».