Por Manuel Cea
Director Ingeniería en Administración
U. Andrés Bello, sede Viña del Mar
La cesantía en Chile bajó a un 7,9 % en el trimestre móvil comprendido entre mayo y julio, mostrando un aumento de un 0,1 % en comparación con el mes anterior y un descenso de un punto porcentual respecto al mismo período de 2021, manifestando una recuperación del mercado laboral que se ve desde hace varias mediciones, tras dos años de pandemia.
La cifra se explica porque el alza de la fuerza de trabajo, un 7,4 %, fue menor a la presentada por las personas ocupadas, un 8,6 %. Por su parte, las personas desocupadas disminuyeron un 4,8 %, incididas únicamente por quienes se encontraban cesantes un -5,8%.
El desempleo se redujo principalmente por el impulso de los sectores: hogares como empleadores, industria manufacturera y comercio.
Por su parte, la tasa de ocupación informal se ubicó en un 26,6 %, lo que implica un descenso de 0,3 % en los últimos 12 meses.
Y un dato a tener en consideración: la tasa de desocupación ajustada estacionalmente se situó, en un 7,6%, no variando respecto al periodo anterior.
Como medida de contención, el Banco Central subió las tasas de interés referencial del 2,75 % al 9,75 % en pocas reuniones, algo no visto en más de dos décadas.
Pero en un análisis más profundo al mercado laboral muestra un escenario preocupante, pues en términos de cantidad de empleos estamos lejos de los niveles previos a la pandemia.
Además, el 44 % de los empleos creados luego de la pandemia son informales. Junto con esto, de vemos considerar el problema de que los ingresos no han crecido.
Y con el proceso inflacionario que vivimos, los asalariados poseen un menor ingreso disponible para gastar, lo que genera un aumento de la pobreza.
La recuperación del mercado laboral dependerá significativamente de la capacidad de la economía de volver a crecer, de la estimulación de la inversión, y, prioritariamente, el control la inflación.