Desde 1972, la Convención para la Protección del Patrimonio Mundial Cultural y Natural de la Unesco registra en distintos países Sitios de Patrimonio Mundial que son, en definitiva, lugares con valor excepcional para la humanidad. Valparaíso recibió este reconocimiento en 2003, no obstante, a casi 20 años de este hito, es evidente el deterioro que se observa en su casco histórico, razón por la cual desde la academia surgió el interés en aportar a su preservación y revalorización.
De esta forma, la académica del Departamento de Arquitectura de la Universidad Técnica Federico Santa María, Dra. Marcela Hurtado, ideó el proyecto “Plataforma de Gestión de Riesgo de Desastres para el Sitio Patrimonio Mundial de Valparaíso”. Se trata del desarrollo de un portal tecnológico generado a partir de la recolección, integración y gestión de datos de 368 inmuebles de la zona declarada prioritaria por la Unesco, el cual determinó el índice de riesgo frente a cuatro amenazas: incendio, sismo, deslizamiento de tierra y grafiti vandálico.
La iniciativa, pionera a nivel nacional, se concretó gracias al apoyo del Servicio Nacional del Patrimonio Cultural, a través de la Asistencia Técnica del Programa Social de Sitios de Patrimonio Mundial, y se extendió desde octubre de 2020 hasta noviembre de este año. Su realización contempló tres etapas con resultados concretos a la fecha, como la construcción de la plataforma en sí y la evaluación del 100% de los inmuebles incluidos en la zona declarada Patrimonio Mundial; así, se definieron niveles de riesgo que fluctúan entre bajo, medio, alto y muy alto, proponiendo también acciones a implementar para los casos más críticos.
“Debido a la vulnerabilidad que exhibe Valparaíso en su patrimonio, surgió la idea de generar una herramienta que facilitara la gestión, la toma de decisiones y el diseño de iniciativas por parte de las autoridades, y, por el lado de los vecinos y propietarios, que supieran en qué radica la vulnerabilidad de sus inmuebles y en qué situación de riesgo potencial puedan estar ellos”, sostuvo la Dra. Hurtado, directora del Magíster en Rehabilitación Arquitectónica Sostenible de la USM.
Asimismo, la académica fue enfática en señalar que “esta iniciativa busca, en última instancia, mejorar la calidad de vida de las personas a través de su desarrollo social, económico y cultural, lo que constituye parte de nuestra misión como Universidad. Aportar, entonces, desde el diseño de este tipo de herramientas es una manera importante de vincular la investigación que se realiza en nuestra universidad con la comunidad”.