El Día Mundial de los Humedales se celebra el 2 de febrero, desde el año 1997, con el propósito de generar conciencia sobre el papel fundamental que éstos tienen, para el planeta y la humanidad.
Precisamente con el objetivo de recorrer y relevar los principales humedales de la Región de Valparaíso, el vicerrector de la UNAB Sede Viña del Mar, Gerald Pugh Olavarría, impulsó la creación del libro “Humedales de Valparaíso: Agua, belleza y contraste”, texto que será presentado esta semana con motivo de esta conmemoración mundial.
La publicación contó con la colaboración de un comité editorial interdisciplinario compuesto por académicos de este Sede: Daniel Nieto, director de la Licenciatura en Historia; Pablo Rebolledo, director de la carrera de Administración en Ecoturismo; Alan Fox, director de Diseño Gráfico; y Mauricio Delpino y Sonia Martínez, profesores adjuntos de esta Universidad.
“Los humedales son ecosistemas de gran interés turístico y científico, los cuales se encuentran en permanente riesgo ecológico debido a la acción del ser humano. Esperamos contribuir con este libro al conocimiento y a la conservación de estos importantes ecosistemas naturales”, señaló Gerald Pugh.
Los sitios visitados y que fueron ilustrados en este libro fueron el Humedal Las Petras; el Humedal de Campiche; el Humedal de Mantagua; el Humedal de Concón; el Humedal de Reñaca; el Humedal de Viña del Mar; el Humedal de Tunquén; el Humedal Córdova; el Humedal Cartagena; el Humedal Río Maipo; el Humedal El Yali y el Humedal Andino Juncal.
Entendidos desde un punto de vista cultural, los humedales representan espacios de profunda interacción. Por una parte, son lugares en lo que históricamente se han establecido comunidades, lo que conlleva su asentamiento, intervención y la habituación de su economía y de sus formas de vida.
“Los humedales son lugares que hoy, a la luz de la experiencia histórica y de nuestros intereses contemporáneos, percibimos como espacios necesarios de preservar por las condiciones de vida que generan beneficio para los seres humanos y para el ecosistema, así como también por el modo en que evidencian, en sus diversidades geográficas, la cohabitación del ser humano con la naturaleza”, expresó Daniel Nieto, director de la Licenciatura en Historia de la UNAB, sede Viña del Mar.
Pablo Rebolledo, director de la carrera de Administración en Ecoturismo de la UNAB, sede Viña del Mar, informó que cada año miles de personas visitan y aprecian las maravillas de la naturaleza de estos humedales, los cuales constituyen un gran atractivo turístico. “El turismo sostenible puede generar no sólo ingresos para la conservación de los humedales, sino también ganancias positivas en todo sentido, ya que pueden ser un medio de subsistencia para las comunidades rurales cercanas a ellos, contribuyendo así al alivio de la pobreza. Si se generan iniciativas ecológicas y de visitas guiadas en torno a los humedales, por ejemplo, podemos diversificar, proteger y potenciar aún más este rubro”, sostuvo Barriga.
El docente Alan Fox expresó que este libro destaca el valor de estos ecosistemas como reservas de agua para el planeta. Además, en la obra se da cuenta de la hermosura de sus naturales paisajes ilustrados en las fotografías: “en las imágenes podemos apreciar los contrastes que se generan en esta dicotomía naturaleza-ciudad, y los conflictos del hombre con el entorno en medio de una necesidad global de avanzar a regenerar la tierra y sus bondades ya estresadas por el actuar de la modernidad”.
Además, el profesor señaló que “es grave que, a pesar de todo lo beneficioso de los humedales, que constituyen nuestro patrimonio natural, más de la mitad de ellos hayan sido destruidos en nuestro planeta. Aquí es clave destacar que el patrimonio de los humedales viene a poner en evidencia una construcción social que representa la cultura, en pasado, presente y futuro”.
Los humedales constituyen una solución natural al cambio climático. Las turberas, los manglares y las praderas marinas son los sumideros de carbono más eficaces del planeta Tierra, encargándose de capturar y almacenar el doble de carbono que todos los bosques del mundo juntos. No obstante, cuando se drenan y destruyen, los humedales emiten grandes cantidades de carbono.
Asimismo, los humedales protegen de las catástrofes naturales. Ante la subida del nivel del mar, los humedales costeros reducen el impacto de los huracanes y los tsunamis, fijando la línea de costa y resistiendo la erosión.
Los atractivos que contienen los humedales, tanto en términos naturales (flora y fauna) y culturales como de paisaje, permiten el desarrollo local a través del turismo, la recreación, el descanso y el reencuentro con la naturaleza.