Por María Victoria Emperanza, docente carrera de Fonoaudiología Universidad Santo Tomás sede Viña del Mar.
Como cada año desde 1999, celebramos el 16 de abril el “Día Mundial de la Voz” con el objetivo de concientizar sobre su importancia y sus cuidados, lo que volvemos a hacer este 2023 bajo el lema “Tu voz importa”. Hemos pasado por años difíciles en los que muchas personas afectadas por el COVID-19 quedaron con algunas secuelas físicas entre las que se cuenta la disfonía.
Por otra parte, la mayoría ha vuelto totalmente a la presencialidad, lo que implica usar la voz en espacios abiertos, con ruido, contaminación y lidiar nuevamente con el riesgo de contraer enfermedades respiratorias de origen viral.
En este año en el que hemos vuelto a disfrutar de distintas actividades artísticas, de poder reunirnos en familia, con los amigos y dar a conocer nuestra opinión, más que nunca “Tu voz importa”. Por ello su cuidado es fundamental y, por lo mismo, es crucial saber cuándo se necesita consultar con un especialista de voz, ya sea otorrinolaringólogo/a o fonoaudiólogo/a.
Para esto, en primer lugar, se debe tener en conocimiento que la disfonía es una alteración vocal que puede presentarse por mal uso o abuso vocal. Se caracteriza por que la voz ya no suena como habitualmente lo hacía, lo que puede ser en periodos breves o de manera permanente, pero si dura más de 7 días es importante consultar.
La afonía es un cuadro mayor en el cual se pierde el sonido de la voz por completo y si el problema persiste en el tiempo, debemos consultar de manera rápida. Ya sea por disfonía o afonía es prioritario saber qué pasa con nuestras cuerdas vocales y por qué no funcionan bien.
Lo segundo es saber que existen conductas que realizamos a diario que nos pueden ayudar a cuidar nuestra voz, como ejemplo una buena hidratación, beber al menos dos litros de agua según nuestras actividades, llevar una alimentación sana evitando el reflujo laringofaríngeo, realizar actividad física y tener controles médicos preventivos nos ayudará a mantener una voz sana.
Asimismo, evitar conductas negativas como fumar, consumir irritantes en exceso, hablar en lugares muy ruidosos, hacerlo por mucho tiempo sin descanso y, sobre todo, gritar. Si realizas estas conductas positivas y das un buen uso a tu voz, estarás ayudando a mantenerla saludable.
Recuerda siempre consultar a un especialista por cualquier duda que puedas tener con tu voz, ya sea que suene extraño o no te guste su sonido. Si esto ocurre no dudes en acudir al fonoaudiólogo/a de voz.