Por María Soledad Venegas, Directora de Carreras Escuela de Gastronomía Duoc UC Sede Valparaíso.
Cuando hablamos de la gastronomía de nuestro país normalmente nos retrotraernos en el tiempo y la historia, viajamos por la cocina y las tradiciones de nuestras regiones, sus productos, influencias y técnicas.
Sin embargo, para honrarla y celebrarla en este día, les invito a que reflexionemos en esta columna sobre los sentimientos y recuerdos que despiertan las clásicas recetas en boca y que, con la rapidez y las exigencias de un mundo tan acelerado, a veces es más fácil salir a comerlas en algún restaurant, pero sabemos que no tendrá el mismo sabor que en la casa, donde tienen la cantidad de ingredientes tal como dicta la costumbre de cada una de las familias chilenas.
Y es que el ingrediente más importante de la gastronomía chilena es el cariño, esto sumado a la magia de evocar recuerdos. Bien lo sabemos los cocineros y quienes formamos a los futuros chefs, ya que en ese transmitir experiencias no dejamos de hablar de las cazuelas de nuestras mamás. Sin dudas, la de la mía es la mejor e imposible no jactarme por ello.
Tengo la firme convicción que debemos compartir con las nuevas generaciones gastronómicas la esencia de nuestra cocina, mezclada con la técnica y rigurosidad de la misma, pero sin dejar de lado, el sabor, el reposo y el respeto por lo tradicional.
En Chile tenemos una gran diversidad de productos, que a causa de las distancias geográficas de la tierra o el mar así como las diferencias climáticas, no siempre tenemos a mano. Ahí está la importancia de que cada vez que vayamos a una u otra localidad, podemos comer lo típico del lugar, visitar un mercado o picada, conocer sus ferias y preguntar. No es necesario recorrer cientos de kilómetros para aumentar nuestro conocimiento gastronómico, a veces en comunas vecinas nos podremos sorprender. Sin ir más lejos, en la región de Valparaíso, hacia el interior, se puede encontrar la clásica cazuela nogada, sabrosa y contundente, pero que en la actualidad cuesta ver en la carta o menú.
Durante años de docencia, he tenido la oportunidad de conocer a alumnos de prácticamente todo el país, lo que me ha permitido descubrir distintas costumbres Gastronómicas, que fuera de las aulas probablemente habría sido difícil llegar a saber de ellas. No todo está en libros o Internet, está en el boca a boca, en el preguntar y conversar con la gente y poder probar nuevos sabores o texturas.
En la conmemoración de su día, celebremos en cada mesa nuestra gastronomía y durante todo el año sigamos conmemorando nuestras raíces.