Los ministros de Hacienda, Mario Marcel; de Energía, Diego Pardow; y de Economía, Nicolás Grau, y el vicepresidente ejecutivo de Corfo, José Miguel Benavente, presentaron el Fondo para el Desarrollo del Hidrógeno Verde (H2V) y sus derivados en Chile. La iniciativa busca apoyar el desarrollo de la demanda local para la creación de un mercado de consumo interno, además de generar las capacidades de producción nacional para convertir al país en un exportador de Hidrógeno Verde, dadas las ventajas competitivas.
Así, este programa (o «facility») financiero buscará catalizar la inversión privada en proyectos de producción y demanda de H2V, a través de instrumentos que mitiguen los riesgos, disminuyan los costos y contribuyan a acelerar la materialización de las inversiones en la industria en el país. Este Fondo (que comenzará a operar el segundo semestre de 2024) dispondrá inicialmente de US$ 1.000 millones y se financiará con préstamos y aportes de organismos internacionales y la Unión Europea (UE), más recursos adicionales de Corfo.
En el primer caso, US$ 400 millones corresponde a un préstamo recientemente aprobado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), representada en el lanzamiento por María Florencia Attademo-Hirt, gerente general del Departamento de Países del Cono Sur y representante en Chile del organismo. Mientras que US$ 150 millones proviene de un préstamo del Banco Mundial; otros US$ 100 millones entregados por el Banco de Desarrollo de Alemania (KfW); y otros US$ 109,67 millones desde el Banco Europeo de Inversiones (BEI). A ello se suman los USD$16,45 millones del fondo de inversión para América Latina de la Unión Europea y US$ 830 mil de asistencia técnica de la UE para apoyar la implementación.
El ministro de Hacienda, Mario Marcel, destacó que «con estas instituciones vamos a poder constituir un fondo que va a entregar financiamiento en condiciones favorables de largo plazo para el desarrollo de proyectos, va a entregar cobertura contra riesgos financieros y, en tercer lugar, también va, complementariamente, a generar recursos para la asistencia técnica a Corfo y también para apoyar el desarrollo de esta industria».
Por su parte, el ministro de Energía, Diego Pardow, relevó que «estas acciones son importantes porque dan cuenta que el esfuerzo institucional que estamos haciendo como país es reconocido por instituciones como el BID, el Banco Mundial o los bancos europeos de inversiones. De esta manera, buscamos ir desarrollando juntos una trayectoria que nos permite impulsar de manera definitiva el hidrógeno verde».
Asimismo, el ministro de Economía, Nicolás Grau, indicó que «como Gobierno estamos convencidos que el Hidrógeno Verde es una fuente de desarrollo, que va a tener un potencial muy importante exportador, pero tenemos que ir más allá de eso para que nos permita aprovechar todas las oportunidades que nos entregan: Generar trabajo de calidad, que los proveedores también pueden transformarse en jugadores a nivel mundial, que puedan, a partir de la experiencia de ser proveedores de industrias de primer nivel de Hidrógeno Verde, puedan también exportar sus servicios o los bienes que ellos producen a otras producciones en el mundo o de tecnologías similares».
El vicepresidente ejecutivo de Corfo, José Miguel Benavente, explicó que esta “facilidad” financiera de Hidrógeno Verde, que suma US$ 750 millones que ponen cuatro instituciones multilaterales, más US$ 250 millones que aporta Corfo, buscan apalancar US$ 12.500 millones para financiar proyectos de hidrógeno verde en sus distintas dimensiones: proyectos internacionales para la producción de H2V en territorio nacional; el apoyo a proveedores de la transformación energética de sectores tradicionales como la minería o la agroindustria, que probablemente sean empresas locales; y, el desarrollo de encadenamientos productivos, por ejemplo, en la producción de piezas y partes como electrolizadores u otro tipo de productos que también pueden ser potencialmente provistos por empresas locales. «Estas empresas requieren financiamiento temprano y la idea del ‘facility’ justamente es entregar, a través de créditos de segundo piso o particularmente garantías públicas, el financiamiento necesario para que estas empresas puedan proveer este tipo de productos o servicios», finalizó.
Finalmente, María Florencia Attademo-Hirt del BID, destacó que este Fondo es histórico y subrayó que «Chile es un socio extremadamente confiable, con instituciones de alta calidad. Para nosotros es una honra acompañar este esfuerzo de desarrollo productivo».