Técnico Agrícola, Gastronomía Internacional y Tradicional Chilena y Nutrición y Dietética se involucraron en la cosecha, fabricación y preparación.
A fines del siglo XVII la aceituna fue introducida en Chile por los colonos españoles, especialmente en la zona norte del país. Actualmente existe cerca de 300 variedades de este producto, algunas para consumo directo y otras para la producción de aceite de oliva.
Estudiantes de las carreras de Técnico Agrícola, Gastronomía Internacional y Tradicional Chilena y Nutrición y Dietética de Santo Tomás Viña del Mar participaron del proyecto “La Ruta de la Aceituna” que buscaba involucrar a las distintas áreas del conocimiento que participan de la fabricación del aceite de oliva y las aceitunas.
En el Centro Demostrativo de Santo Tomás en Quillota, los estudiantes de las tres carreras realizaron la cosecha de los olivos y lograron reunir 12 kilos de aceitunas.
“Estos olivos tienen cinco años y este es el primer año que estamos aprovechando la producción porque siempre se caen por deshidratación. Hay carreras que se pueden impregnar de lo que se hace con la fruta y de dónde viene, acá están los alumnos viendo en terreno la cosecha, muchos nunca habían visto un olivo”, explicó Roberto Tapia, jefe de carrera de Técnico Agrícola.
Esteban Hidalgo, estudiante de la carrera Técnico Agrícola destacó la presencia de alumnos y alumnas de otras carreras en este proyecto. “Es una actividad muy buena porque los ayuda a aprender qué es la agricultura, cómo se planta, cómo van creciendo y cómo se administra un campo con todos sus sistemas de riego, fertilización y proceso de cultivo”.
Tomás Ossandón, estudiante de Nutrición y Dietética coincide. “Al momento de hacer una minuta para los pacientes, tenemos que saber también el proceso de cómo nace y cómo se termina para poder darle una mejor opción, en este caso de un aceite de oliva”.
De la cosecha en Quillota se destinaron 6 kilos para la producción de aceite de oliva. Una parte fue filtrada en los laboratorios de Ciencias Básicas de Santo Tomás, mientras el resto fue extraído manualmente, como era la manera tradicional.
Después los alumnos y alumnas de las tres carreras pudieron degustar esta producción original de aceite de oliva “Santo Tomás” y compararla con otras marcas.
“Fue curioso notar los sabores ya que el que preparamos nosotros, al ser menos procesado, era más amargo, en cambio el español tiene un sabor un poco más suave y el industrial era el más suave de todos”, indicó Ángel Leiva, estudiante de la carrera de Gastronomía Internacional y Tradicional Chilena.
Degustación de aceitunas
Pero la degustación de las aceitunas tendría que esperar, ya que se deben dejar en salmuera por tres meses para poder eliminar el amargor natural de esta fruta. Fue entonces la oportunidad de los estudiantes de la carrera de Gastronomía para realizar tres preparaciones con las aceitunas: tapenade, hummus y croquetas de aceitunas con queso crema.
“Compartimos las características nutricionales del aceite de oliva, especialmente la importancia de los ácidos grasos monosaturados y el efecto en la salud cardiovascular en una jornada que tuvimos colaborativamente. Hoy día pudimos ver y compartir la generación del producto propiamente tal y las preparaciones culinarias”, dijo Alejandra Ulloa, directora de la carrera de Nutrición y Dietética.
El proyecto tuvo un balance positivo por parte de docentes y estudiantes de las tres carreras, quienes destacaron la unión de distintas áreas de conocimiento para poder realizar “La Ruta de la Aceituna”.
“La mayoría de los productos que usamos en la cocina vienen de la tierra, así que es parte de la economía circular normal. En el fondo, fue llevar a los chicos a la realidad de lo que va a ser cuando salgan al mundo profesional”, expresó José Onetto, director del Área de Gastronomía.
Debido al éxito de este proyecto, se proyecta trabajar con un nuevo producto el próximo año: el membrillo, también presente en el Centro Demostrativo de Quillota y con el cual se pueden preparar distintas recetas dulces.