Llevar un registro de ingresos y gastos; evitar al máximo las deudas; aprovechar las herramientas tecnológicas; y no descuidar la planificación de corto, mediano y largo plazo son algunas de las claves para lograr un balance sano.
Aunque construir hábitos puede tomar algo de tiempo y la pista puede ponerse pesada cuando la empresa no ha alcanzado un óptimo nivel de crecimiento, trabajar para lograr una adecuada organización financiera es indispensable. Pero, con asesoría nada es imposible.
A pesar de que Chile es considerado uno de los peores países del mundo en términos de educación financiera, de acuerdo al ranking PISA, el director de Adactiva, Cristian Montero, se ha preocupado de democratizar los conceptos para que todos puedan entenderlos y aplicarlos. De esta manera, impide que los emprendedores se enfrenten a una quiebra por algo que puede evitarse: el desorden financiero.
“Muchas veces hay empresas que tienen ventas, que tienen clientes y están teniendo flujo, pero que no saben administrar. Hay que ver el negocio como una alcancía a la que ingresa dinero gracias a los aportes de capital, donde la venta de productos y servicios la van llenando”, sostiene.
Pero, por supuesto, también hay egresos asociados a las remuneraciones de personal, los pagos a proveedores, la compra de insumos e, incluso, retiros de los socios. “Sin embargo, si en nuestro negocio somos capaces de quedar con un saldo a favor quiere decir que tenemos la chance de invertir. En cambio, si quedamos con un saldo contra, probablemente, tendremos que acudir a algún tipo de endeudamiento (propio) o bancario”, detalla Montero.
Si este último es el caso, el especialista contable y tributario indica que la deuda no siempre es mala, aunque hay que saber administrarla. En este ámbito, es fundamental poder establecer objetivos a corto, mediano y largo plazo. “Tener claro cuál es el plan para finalizar el mes, el que se utilizará para cerrar el año y también el que se establecerá para los próximos tres o cinco años”, comenta el contador auditor.
En definitiva, con objetivos claros y medibles un asesor financiero y contable podrá dar recomendaciones idóneas para alcanzarlos. Otra recomendación a considerar es la de fijar un presupuesto anual para el negocio. “Con un presupuesto real se podrá contar con un plan adecuado para lograr las metas. Igualmente, tener presente el flujo de caja ayudará a tener claridad sobre el monto de dinero disponible para responder a los pagos; y, una vez adquirido el hábito, es cosa de ir revisando la planilla por lo menos una vez a la semana, sobre todo en época de inflación”, recalca Montero.