Muchas personas han estado en las zonas afectadas apoyando en labores de limpieza y retirando escombros, una de las tareas más complejas después de un incendio. En ese sentido, especialistas hacen hincapié en el uso de elementos de protección personal y así evitar posibles riesgos a la salud.
Catalogado como el peor desastre en nuestro país después del terremoto del 2010, los incendios forestales que han azotado a la Región de Valparaíso han provocado el fallecimiento de más de 100 personas y han dejado miles de casas completamente destruidas.
Barrios enteros han quedado convertido en cenizas producto del rápido avance que tuvieron las llamas. En ese sentido, miles de vecinos y voluntarios se han organizado para comenzar una de las tareas más duras de todas; la remoción de escombros.
Una labor en la que participan muchas personas pero que significa un riesgo para su salud producto de los gases tóxicos, las altas temperaturas, la deshidratación y la presencia de puntos calientes, situaciones que se encuentran presentes en una zona afectada por un incendio.
El urgenciólogo y académico de Medicina de la Universidad San Sebastián, Carlos Donoso, recalca que es necesario poder contar con elementos de protección personal y que las personas puedan mantenerse muy bien hidratadas.
“Es importante entender que, si hay humo, hay contaminación. Entonces, si uno va a estar removiendo escombros, es recomendable poder contar con una mascarilla como las que usa un trabajador de la construcción, ideales para evitar aspirar polvos. A eso poder añadir también la utilización de antiparras y guantes. Hay que evitar quemarse con escombros calientes, cortarse con elementos punzantes como clavos o latas. A eso hay que sumarle que las personas deben mantenerse muy bien hidratadas para evitar complicaciones”, señala el especialista.
Mientras tanto, el doctor en Farmacología y académico de la carrera de Química y Farmacia de la Universidad San Sebastián, Javier Campanini, señaló que “muchos de los vapores no necesariamente son visibles. Los compuestos químicos muchas veces son volátiles y nosotros no los logramos identificar porque están en el aire. Se pueden percibir en el olor y si las personas están expuestas a esos olores o sienten síntomas como mareos, náuseas, dificultades para respirar, irritación en la nariz, boca u ojos, deben acercarse a recintos asistenciales para poder recibir asistencia”.
Las zonas afectadas son varias, por lo que el trabajo se podría extender por las próximas semanas y el llamado es al autocuidado.