Actriz, directora, activista, pedagoga, formadora e Hija Ilustre de Valparaíso: son algunas de las facetas de Myriam Espinoza, la destacada académica que luego de 17 años y a sus 74 de edad, decidió retirarse de la Escuela de Teatro UV, para emprender sus proyectos personales.
Llegó el 2007 a la UV, asumiendo las asignaturas de Dirección Teatral y práctica de la especialidad de Pedagogía Teatral en el primer plan de estudios de la carrera. Al año siguiente comenzó a desarrollar uno de sus mayores sueños, el proyecto Escalera Arriba, que llevó el teatro a los habitantes de los cerros porteños.
Pero su historia partió mucho antes. Egresó de la Escuela Normalista de Viña del Mar y estudió Teatro en la Universidad de Chile sede Valparaíso. Desde fines de los años ’60 formó parte de las Juventudes Comunistas, ingresando en 1973 al Partido Comunista, desde donde realizó una intensa labor hasta 1990, trabajando por casi 25 años en recintos penitenciarios, siempre bajo la consigna del teatro político.
Este jueves 18 de abril fue la comunidad completa de la Escuela de Teatro la que asistió a su despedida: académicos, funcionarios, estudiantes y titulados de diversas promociones se reunieron en la explanada del Parque Cultural de Valparaíso, en un emotivo acto para destacar su aporte y legado al teatro porteño.
Pasión por el teatro
Sobre su despedida, Myriam señaló sentirse “muy sorprendida; he participado en un par de encuentros especiales, pero esto es distinto, ya que movilizaron cursos en un esfuerzo muy grande, venir con estudiantes en la semana es un doble esfuerzo de los colegas y estudiantes, por lo que me siento muy feliz”.
“Voy a cumplir 75 años, tengo mucha energía para seguir haciendo cosas. Soy fanática de lo que hago y no tenía tiempo para mis proyectos en el ámbito teatral, estaba dedicada a la Escuela cien por ciento y tenía que dejar de lado otras cosas. Hoy tendré tiempo para mis iniciativas y para cuidarme físicamente”, añadió.
En cuanto a su carrera, comentó que “trabajo hace 56 años, hoy termino una etapa que es más de la mitad de mi vida y ha sido muy duro, pero me tengo que desconectar. Desde el 2007 estoy en la Escuela, en un camino lleno de desarrollo, crecimiento y amor. Mi paso por la Escuela fue un regalo de la vida”.
“En Teatro UV se trabaja muy bien, de forma mancomunada, somos solidarios, nos apoyamos entre todos, no hay un ambiente de trabajo, sino más bien de hacer las cosas que nos gustan. Todos los que trabajan ahí aman el teatro y los estudiantes que entran también, y los que no, finalmente se van”, señaló.
A las nuevas generaciones les deja un mensaje: “Para los estudiantes debe ser una pasión, no solo un gusto. Deben amar el teatro, deben tener la claridad de que no pueden hacer otra cosa profesional en la vida que no sea el teatro, y si es así van a tener trabajo, van a ser felices, creativos y productivos”.
Cimientos de la Escuela
Claudio Marín, director de la Escuela de Teatro UV, destacó que “a Myriam Espinoza la queremos mucho, la aprendí a conocer y entender su mirada del trabajo social, político y de resistencia. Ha desarrollado una labor docente realmente notable. Con este tipo de acciones lo que heredamos de ella son los cimientos de nuestra Escuela, al ser parte también de una generación fundamental para el teatro en nuestra ciudad y país”.
“Debemos reconocer a nuestros maestros, este homenaje en vida es tremendamente importante. Siento una profunda admiración por su trabajo, tuve el privilegio de conocerla y compartir un espacio común en nuestra Escuela, que es intensa, dramática, difícil, maravillosa, con todas sus aristas, y donde Myriam me enseñó un camino de confianza”, añadió.
En tanto, Marcela Inzunza, jefa de carrera, contó que conoció a Myriam hace 17 años en la Escuela, “momento en que comenzamos a tejer una profunda amistad, especialmente por su trato horizontal, su orientación al trabajo en equipo, su respeto, cariño honesto y sinceridad. Hemos dado pasos conjuntos en la mención de Didáctica Teatral, en el proyecto Escalera Arriba y en el vínculo con organizaciones sociales y entidades educativas de Valparaíso, guiando prácticas de mención y prácticas tempranas de aplicación en la asignatura de seminario de didáctica”.
“El vínculo que ha establecido la Escuela de Teatro UV con escuelas públicas de altos índices de vulnerabilidad, por medio de su gestión, ha implicado que las direcciones y las unidades técnicas pedagógicas confíen en su trabajo profesional, abriendo las puertas a nuestros estudiantes, confiando en las estrategias y metodologías didácticas que se han implementado, sorprendiéndose con bellos resultados de esas experiencias preprofesionales, marcado positivamente a las comunidades porteñas”, enfatizó.