Este jueves 23 de mayo, Chile agotó todos sus recursos naturales disponibles para esté año, lo que significa que a partir de esté viernes comenzamos a consumir más recursos de los que somos capaces de regenerar este 2024.
“Comenzó nuestra deuda”, enfatizó Joaquín Salinas, Coordinador de la campaña de protección de defensores ambientales de Escazú Ahora. “Si todo el mundo viviera como lo hace un chileno promedio, necesitaríamos 2,5 planetas tierras para satisfacer todas nuestras necesidades”, continuó.
Durante la mañana de este jueves, miembros de la organización ingresaron a la parte alta del reloj de flores para desplegar un lienzo que evidenciara la grave situación ambiental en la que nos encontramos. “Chile es el primer país de Latinoamérica en entrar en sobregiro ecológico y eso debería preocuparnos”, manifestó Salinas.
La intervención, que se realizó previa autorización municipal y no afectó el reloj de flores ni su área verde, tuvo como objetivo hacer un importante llamado de atención a nuestras autoridades: “Se nos acaba el tiempo y la hora de actuar es ahora. Necesitamos que Chile lidere una implementación plena, efectiva y ambiciosa del Acuerdo de Escazú ya. Nuestros defensores ambientales no pueden seguir esperando”, demandó Joaquín.
Según da cuenta el último informe elaborado por la Fundación Escazú Ahora, sólo en 2023 más de 20 defensores ambientales fueron amenazados y gran parte de esos casos ocurrieron en la Región de Valparaíso.
“Latinoamérica es la región más peligrosa de todo el mundo para defender el medio ambiente, contando con más de 100 casos de asesinato cada año. Es urgente que el congreso avance en la discusión de una ley que de protección efectiva a quienes arriesgan su vida por proteger la nuestra”, culminó Salinas.
En la intervención también participó Diego Pérez, miembro de la organización Placilla Unida por el Medio Ambiente (P.U.M.A.). En el lugar, Pérez manifestó su preocupación por la situación de desprotección en la que se encuentra el santuario de la naturaleza de Placilla: “Los territorios son los que más sufren el sobregiro ecológico. Tenemos el aire contaminado, nuestros bosques amenazados y una serie de proyectos que pretenden destruir las pocas reservas naturales que nos quedan. Por eso exigimos que se protejan estas reservas y se garantice su conservación para las futuras generaciones”.