El jazz no abandona la Sala Viña. El Municipio de Cuidados de Viña del Mar, la Corporación Cultural de Viña del Mar y el Teatro Municipal de Viña del Mar tienen agrado de invitar a la presentación de Antonio Monasterio. Este evento es una extensión del pasado Festival de Jazz de Viña del Mar 2024, proyecto financiado por el Programa de apoyo a organizaciones culturales colaboradoras, Convocatoria Teatros Regionales y Municipales 2024, que fue realizado el pasado mes de junio. El nuevo concierto se realizará el jueves 22 de agosto a las 18:30 en la Sala Viña del Mar, ubicada en Arlegui 683, y cuenta con entrada liberada hasta alcanzar el máximo de capacidad.
Originario de Panguipulli, de la Región de los Ríos muy cerca de Valdivia, Antonio Monasterio nació y se crió allí, además de tener sus primeros acercamientos a la música. Comenzó a tocar y a componer de manera intuitiva durante su época de liceo, entre primero y cuarto medio. Inicialmente, me inclinó hacia el rock, pero durante su etapa universitaria descubrió la música fusionera, especialmente la latinoamericana. Más adelante, se adentró en el jazz moderno, que es a lo que se dedica hoy en día.
¿Cómo definiría su estilo musical?
― Nuestra música suele asociarse al jazz fusión, aunque yo la identifico más con el jazz moderno. No necesariamente fusiona con otros géneros, pero sí incorpora influencias de diversas bandas. No es algo intergénero.
» El jazz está presente en la forma en que respetamos los espacios para cada instrumentista, algo esencial en este género. Aunque no me gusta etiquetarlo, podría decir que nuestra música se sitúa entre el Jazz Fusión, el jazz moderno y el jazz contemporáneo.
¿Cuáles son sus principales inspiraciones?
― Mis inspiraciones provienen de diversas disciplinas y artes, como el cine, la pintura y la poesía. En cuanto a la música, me han influenciado bandas y artistas que siempre han explorado nuevos límites o abierto nuevas ventanas a nuevas experimentaciones.
» A nivel nacional, Fulano, Entrama, la Nueva Canción Chilena, Quilapayún y Violeta Parra me han marcado profundamente. En el ámbito internacional, el jazz moderno contemporáneo de artistas como el pianista sueco Esbjörn Svensson y el contrabajista Avishai Cohen ha sido fundamental.
» Además, el territorio donde vivo y la vida misma son fuentes constantes de inspiración. Esa es la principal inspiración para cualquier disciplina y resulta ser más honesto cuando eso atraviesa la materialidad del arte.
¿Qué es lo que le gustaría transmitir con su música?
― No tengo un mensaje específico que quiero transmitir, pero sí aspiro a generar emociones, sean fuertes o no, y reflexiones en quienes me escuchan. General viajes, en el sentido de mover un poco la mente.
» Eso es lo que busco provocar. Sensaciones. De qué tipo depende de la narrativa del discurso que haga cada escucha.
¿Cómo eligió el repertorio para el concierto de la próxima semana?
― Hemos seleccionado un repertorio que ya hemos trabajado intensamente con el cuarteto, incluyendo temas de nuestro último álbum, que todos los integrantes del cuarteto ya lo han tocado y grabado, así como algunos del primer álbum. Creemos que esta selección es una buena manera de resumir lo que hemos hecho hasta ahora, destacando lo mejor de cada álbum.
¿Tiene algún mensaje que le gustaría mandar a las personas que están decidiendo aún si ir al concierto?
― Nuestro mensaje habitual es que cada uno de nuestros conciertos es una invitación a escuchar, cerrar los ojos y dejarse llevar por la música instrumental. Hay una gran riqueza rítmica y un manejo excepcional de los solos por parte de cada instrumentista, lo que hace que sea una experiencia muy recomendable. La instrumentación también tiene particularidades interesantes, como la guitarra traspuesta. Por todo esto, los invitamos a asistir y vivir esta experiencia única.