Ya sea por factores sociales, familiares, académicos u de otra índole, muchos chilenos y chilenas desarrollan trastornos de salud mental hacia el fin del año. Para algunos, el estrés forma parte de la vida, pero no dar el espacio necesario al bienestar emocional podría traer graves consecuencias.
Sergio Santander, director de la carrera de Psicología UST Viña del Mar dice que aprender de lo que vivimos, ya sean experiencias negativas o positivas es un recurso necesario para tener una buena salud mental.
Sin embargo, hay algunas banderas rojas que nos pueden indicar que debemos pedir ayuda. “Por ejemplo, el cambio de ciertas conductas verbales y no verbales. Podemos notar nosotros mismos que las cosas que antes me hacían bien ya no tengo ganas de hacerlas como pintar o tocar un instrumento. O tener un proyecto de vida y ahora verlo distorsionado, son señales de alerta. También se habla que la falta de sueño es un síntoma, pero va a depender si es algo recurrente o nuestra falta de sueño es por un problema en particular”.
En Chile los principales trastornos de salud mental están relacionados con la ansiedad y la depresión. Muchas veces los síntomas están presentes, pero no los consideramos. “Debemos tener cuidado si dejamos de ser funcionales en nuestro trabajo, si dejamos de ser creativos en nuestra vida emocional o desarrollo social, cuando aparecen estos pensamientos que empiezan a incluir de manera negativa en nuestra funcionalidad”, aclara el psicólogo.
En el caso de la ansiedad, algunos de sus síntomas son la preocupación extrema por el futuro. “Parece que tenemos la ilusión de tener el control, de que las cosas tienen que salir de alguna forma. Acá la recomendación es no ser fatalista y tener un plan anticipado de cómo uno va a actuar en esa situación, de esta manera la ansiedad disminuye”, dice Santander.
Respecto a la depresión, el problema podría escalar si las personas se automedican. “Lamentablemente ahora es muy fácil acceder en el mercado negro a drogas que son recetadas para la depresión y eso genera estragos”.
Quienes deben tener extra cuidado son las personas cuyos familiares tienen antecedentes de psicopatologías como depresión, esquizofrenia o síndrome de Tourette. “Son enfermedades que pueden estar en latencia por un factor genético y aparecen factores ambientales que puedan gatillarlas como dinámicas familiares o contexto social”.
Entonces, ¿cómo podemos mejorar nuestra salud mental? “Buscar el equilibrio, buscar esas relaciones sociales que nos provoquen bienestar. Comer sano, hacer deporte, tener una actividad recreacional, estamos muchas veces pegados en el celular, tenemos una relación de dependencia con el celular porque de alguna manera este aparato electrónico está cubriendo o saciando ese espacio. Conversar con alguien y también ser apoyo para otros”, concluye el psicólogo.