El 17 de febrero de 1986, entre las estaciones Limache y Peñablanca, se registró una de las tragedias ferroviarias más graves de Chile. Dos trenes, el expreso AES-16 que iba de Valparaíso a Santiago y el automotor AES-9 que se dirigía a Valparaíso desde Los Andes, impactaron de frente. El saldo fue devastador: 58 fallecidos y más de 500 heridos.
Las causas del accidente fueron múltiples. Solo una vía estaba habilitada debido a la reparación de un puente dañado en un atentado en 1985. Además, el sistema de comunicaciones, que databa de 1928, era deficiente y el teléfono interno estaba inoperativo, agravado por el robo de cables de cobre en días previos. Finalmente, una falla humana permitió que ambos trenes circularan en la misma vía sin advertencias previas.
Joaquín Magnere, representante de las organizaciones que buscan preservar la memoria del accidente ferroviario de Queronque, recordó el compromiso asumido en 2019 para construir un memorial en honor a las víctimas. Sin embargo, lamentó: “Efectivamente había quedado un compromiso de hacer un memorial, sin embargo, no hay nada hasta el día de hoy”.
Según explicó, los cambios en la directiva de EFE Valparaíso podrían haber influido en la falta de avance. “Yo también puedo entender debido a que se cambió la directiva de EFE Valparaíso dentro de estos años, entonces puede ser que por esto el compromiso no quedara”, señaló.
De cara al 2026, cuando se cumplirán 40 años de la tragedia, los familiares y organizaciones han decidido insistir en la materialización del monolito prometido. “Queremos que para el próximo año, cuando se cumplan los 40 años, pelear para que se realice ese monolito, que es una promesa que quedó hecha en 2021, como también cuando se cumplieron 30 años del accidente”, enfatizaron.