Rusia lanzó contra Ucrania 11 misiles y 539 drones en un ataque se prolongó durante toda la noche y que empezó justo después de que el presidente de EE.UU., Donald Trump, llamara por teléfono al líder del Kremlin, Vladimir Putin.
En la conversación, Putin afirmó que Rusia «no renunciará a sus objetivos» en Ucrania, pero se mostró abierto a continuar las negociaciones. Por su parte, Trump se mostró «descontento» tras la conversación por el hecho de que ésta no lograra «ningún progreso» hacia una solución negociada para poner fin a la guerra.
El ataque tiene lugar justo después de que EE.UU. haya suspendido el envío de misiles de defensa aérea Patriot a Ucrania al alegar que debe evaluar los niveles de sus propias reservas de armamento.
Por su parte, el Ministerio de Defensa ruso afirmó haber destruido empresas militares ucranianas que fabricaban drones y otro tipo de armamento, un aeródromo y una refinería durante su ataque nocturno contra Kiev.
«Las Fuerzas Armadas de Rusia lanzaron un ataque masivo (…) contra empresas dedicadas a la producción de aparatos aéreos no tripulados, drones FPV, sistemas móviles robotizados y equipamiento de uso militar en Kiev, así como contra un aeródromo militar y una refinería», señaló el mando ruso en su parte de guerra semanal.
La capital ucraniana fue el principal objetivo de este ataque ruso, que también afectó a las regiones de Kiev, Dnipropetrovsk, Sumi, Járkov y Cherníguiv, donde además de caer fragmentos de drones y misiles, también se registraron impactos directos.