La violencia juvenil interpersonal en el contexto educativo – Violencia Escolar (Berger & Sanchez Soto, 2024) – desde sus formas más sutiles, hasta sus manifestaciones más extremas, ha proliferado a niveles preocupantes. En el último tiempo, hemos asistido a situaciones alarmantes constitutivas de delito (homicidios y homicidios frustrados) que han conmocionado a la Opinión Pública nacional.
Recogiendo las orientaciones de UNESCO, el Ministerio de Educación define como violencia escolar; todas las formas de violencia dentro o fuera de las aulas, en los alrededores de las escuelas, en el camino hacia o desde la escuela, así como en línea y otros entornos digitales (MINEDUC, 2025).
Informes del primer trimestre de este año (SUPEREDUC, 2025), anotan un 14.2 % de aumento en las denuncias por violencia en los establecimientos educacionales, respecto de 2024 (UCSC, 2025). Entre 2017 – 2018, se registró un aumento de un 26.7 % de denuncias por maltrato físico y psicológico al interior de estos (Berger & Sanchez Soto, 2024, pág. 12).
Entre 2007 – 2014, tanto en la educación pública como particular subvencionada, la percepción por agresión (Bullyng, Convivencia y Clima Escolar, RRSS) sostuvo significativos niveles, por parte de los actores de la Comunidad Escolar. Un 23.3 % para el caso de Alumnos, 11.2 % para el caso de Docentes y 11 % para el caso de asistentes de la
educación. También en 2007 – 2014, según informes de Seguridad Pública (SPD, 2014), los Alumnos agresores consignaron un 27.3 % de casos de violencia escolar abordados. Informes del INJUV de 2017, indican que un 47 % de los jóvenes que han experimentado Bullying, declara no haber denunciado o expresado a algún adulto que fue agredido (Berger & Sanchez Soto, 2024, pág. 12).
Conviene tener a la vista también, la situación de la Convivencia Educativa a nivel nacional y regional, comprendida esta como contexto basal de eventuales situaciones de Violencia Escolar. Estadísticas de denuncias en el ámbito de
convivencia (6.148 casos a nivel nacional) de 2025, informan de un aumento de un 20.7 % respecto de 2024
También en 2025 (junio) las denuncias en el ámbito de convivencia representaron un 70.8 % del total registrado. Durante el período 2023 – 2025, las denuncias por convivencia se concentraron significativamente en la educación
particular subvencionada, representando más del 50 % respecto de otros tipos de dependencia. El 2025, los SLEP representan el 11.2 %, la educación municipalizada representa el 19.4 % de las denuncias.
Diagnósticos realizados en Chile en 2023 – 2024 (Berger & Sanchez Soto, 2024) indican que; si bien existen significativos avances en materia institucional, garantía de derechos y protección contra la violencia de NNA en el ámbito educativo (Leyes, Políticas, Normativas), así como avances en materia curricular e inversión en prevención
contra la violencia escolar, persisten brechas de implementación local.
Al respecto destaca; responder adecuadamente, a nivel establecimiento, a los incidentes de violencia registrados, una mejor articulación local multisectorial de los actores implicados en infancia (salud mental, seguridad pública y
otras agencias gubernamentales) (Berger & Sanchez Soto, 2024).
Destaca también; la escasa profundización curricular, a nivel escuela, de la problemática de la violencia. Sobre ese punto, destaca el escaso rol docente en la implementación en aula y actividades generales. Por otra parte, destaca
también – a nivel de escuela – el desajuste reglamentario interno y la concreción de las directrices de convivencia educativa (Berger & Sanchez Soto, 2024).
Por último destaca a nivel local; El escaso abordaje de los factores de riesgo presentes en contextos barriales y urbanos, que resultan altamente incidentes en la convivencia y violencia escolar (Berger & Sanchez Soto, 2024).
De 24 indicadores y subindicadores de análisis diagnóstico (según el marco Safe to Learn) para el estado de situación de la violencia escolar en Chile, 18 se encuentran no implementados o parcialmente implementados a nivel del Establecimiento Educacional (Berger & Sanchez Soto, 2024, págs. 18 – 20).
Los esfuerzos institucionales en educación se orientan a gestionar la problemática en relación convivencia – violencia, buscando la pedagojización formativa en los establecimientos educacionales. Los esfuerzos, promueven
también mínimas pautas de co – producción de seguridad y bienestar en las comunidades educativas.
Cinthy Miskulini Araya, Gonzalo Gajardo Vistoso
Observatorio de Convivencia, Violencia y Seguridad Escolar