Por Mariela López Medrano
Periodista
Durante años los “diferentes”, los llamados locos han estado encerrados. Antiguamente se los recluía en un rincón de las casas, que nadie supiese de ellos, era como esconder a la vergüenza de la familia. Molestaban a la vista y simbolizaban la debilidad y la enajenación.
Sin embargo, después surgieron las casas de orates o manicomios. Este concepto viene del griego manía (locura) y komion (lugar donde se cuidan). Es decir, significa lugar donde se cuidan a los locos. Y de dónde proviene la palabra loco, del latín elucus, significa somnoliento, insomnio, amigo de la luna, lunático.
Las personas con diversas patologías mentales deambulaban por las calles como vagabundos o estaban escondidos en rincones ocultos de las casas. Sin embargo, con la llegada de los manicomios comenzaron a encerrarlos, como una forma de que no molestaran a los cuerdos. Hasta llegar a nuestros tiempos, donde están en observación, ya sea para diagnosticar y para defenderlos de ellos mismos.
Pero has oído al loco, que mira más hacia arriba que abajo? También tienen una historia coherente. El cuerdo, que se hace llamar sensato, sabio e interesante también puede aprender de los “enajenados”. Ahora no están encerrados, pero un estigma indolente los crucifica, los invisibiliza. Están condenados al silencio más absoluto, porque los demás niegan su condición.
Entonces a veces surgen otras formas de expresión como el arte y la escritura. El artista Vincent van Gogh, quien padecía depresión bipolar, fue el padre del postimpresionismo, su prolífica obra, habla a través de esos colores tan imponentes. Su hermano Theo, en vez de esconderlo, financió su obra y lo instó siempre a seguir creando. Desgraciadamente el pintor fue incomprendido, sólo se expresaba a través de su pintura. Con el aislamiento sufrió mucho más y quizás como una forma de demostrar su sufrimiento cortó su oreja, símbolo de quienes no pueden hablar de su propia locura.
Los que miran a la luna quieren hablar, decir que “la mediocridad para algunos es normal, la locura es poder ver más allá” (Sui Generis).