El 40,1% de los hogares del país tiene un adulto mayor entre sus integrantes, lo que representa 19,3% de la población total. Así lo revela un estudio publicado en la Revista Médica en junio de 2020, en el cual se advierte que Chile es uno de los países en América Latina que más ha incrementado su población adulta mayor.
Estas cifras son relevantes, si se considera el contexto de pandemia que vivimos hace poco más de un año y las reiteradas cuarentenas que se han aplicado en todo el país. ¿Qué significa para un adulto mayor vivir encerrado y, en muchos casos, solo?
Diana Tello Guerra, terapeuta ocupacional y académica de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad de Playa Ancha (UPLA), comenta que las personas mayores en Chile y, en algunos casos, estar solo puede derivar en depresión, la cual, si no se trata a tiempo, podría generar deterioro cognitivo. Conocer entonces la diferencia entre ambos resulta clave para un oportuno y adecuado tratamiento.
“Si estamos durmiendo mal, si estamos ansiosos o, por ejemplo, personas que, producto de este aislamiento social empiezan a desarrollar una depresión, esto sí puede traer repercusiones a nivel cognitivo y se puede ver como que la persona empieza a olvidar cosas o tiene problemas para recordar algunos eventos. Las personas mayores con depresión, pueden parecer como si tuvieran problemas cognitivos permanentes como si tuvieran una demencia, pero a veces es una depresión lo que está ocasionando sus problemas de memoria”, dice la especialista.
Distintos síntomas
Diana Tello precisa que los síntomas de la depresión en adultos mayores pueden ser variados. En general, hay un estado de ánimo triste que persiste más allá de su causa. La persona pierde el interés, incluso de vivir, y no quiere realizar actividades cotidianas que antes eran de su interés. Además de la tristeza, aparece una serie de otros síntomas, como alteraciones del sueño y del apetito, lo que interfieren con su calidad de vida.
En el caso del inicio de una demencia, no siempre es fácil detectarla, pues quienes están más cerca dirán que “la edad” es el causante de los problemas del mal humor, de los olvidos y de la dificultad para llevar una conversación, entre otros. En general, la demencia no es una enfermedad específica, es la situación que se da cuando la persona presenta pérdida de 2 o más facultades mentales y necesita ayuda o supervisión para realizar aquellas cosas que, habitualmente, hacía de forma independiente.
Cuando este cuadro se presenta, la terapeuta ocupacional subraya que es necesario hacer una evaluación por parte del geriatra, pues es el profesional que puede dar una perspectiva más integral sobre la condición de la persona. Entonces, ¿cuándo consultar?
“Por ejemplo, si la persona se pone cada vez más repetitiva, porque ya no se acuerda que ya contó una anécdota o empieza a perder las llaves, cosas personales como la cartera o la billetera, son elementos para poner atención y decir que algo está pasando. Las personas con depresión, en general, se dan cuenta de sus problemas, entonces van a llegar al doctor y dirán que están preocupadas de sus problemas de memoria. Una persona, en cambio, que está desarrollando un deterioro cognitivo, podría no darse cuenta de estos problemas de memoria”, sostiene la profesional, quien agrega que cuando éste es mayor, afecta la vida cotidiana de las personas y su independencia.
Por ello, en contexto de pandemia y cuarentena, se sugiere que no tengan una sobreexposición a las noticias, desarrollen actividades de su interés y mantengan una comunicación permanente con su entorno directo.