Por estos días la Región de Valparaíso atraviesa por una verdadera “tormenta perfecta” en relación al avance del COVID-19 en la zona, ya que prácticamente todos los principales indicadores destinados a medir el impacto de la pandemia en la población exhiben cifras realmente alarmantes.
Lo anterior se desprende del más reciente informe emitido por el Centro de Diagnóstico e Investigación de Enfermedades Infecciosas de la Universidad de Valparaíso (UV), el cual destaca que en esta zona los nuevos contagios suben cada día más, al punto que ayer domingo 28 alcanzaron el máximo de 880, el más alto registrado en 24 horas desde que se decretó la emergencia sanitaria.
Lo mismo acontece con los casos activos, es decir, las personas que permanecen enfermas, que durante la última semana aumentaron en un 23,3%, de 4.636 a 5.717, para establecer otro lamentable récord. En tanto la incidencia o ponderación de personas con confirmación o sospecha de COVID-19 que pueden infectar a otras por cada cien mil habitantes subió de 236,5 a 291,7, superando así por mucho a la incidencia nacional de 278,2.
“La situación se vuelve aún peor si se analizan las cifras por comuna. En los pasados siete días, a nivel del Gran Valparaíso, los casos activos aumentaron un 25% en Valparaíso (la segunda con más casos de este tipo en el país), un 29% en Viña del Mar (que es quinta a nivel nacional), un 30% en Quilpué y en Villa Alemana y un 12% en Concón. En cuanto a las capitales provinciales con mayor población, en Quillota aumentaron un 5% y un 37% en Los Andes. Las excepción es San Antonio, que sigue mostrando una positiva tendencia a la baja, gracias a la temprana cuarentena que decretó en esa ciudad. Allí los casos activos bajaron un 35%. La otra comuna que exhibe una leve mejoría es la de San Felipe, donde se cortó la tendencia al alza al caer los activos en un 11%”, precisa el médico infectólogo y director del CDIEI-UV Rodrigo Cruz.
Transmisibilidad y seguimiento
Para el especialista de la Universidad de Valparaíso el incremento sostenido de los contagios solo representa la “punta del iceberg” de la pandemia. Al respecto afirma que lo más complejo del momento se relaciona con la realidad que reflejan -en conjunto- otros tres indicadores muy relevantes: la positividad, la trazabilidad y la transmisibilidad efectiva.
Respecto a la tasa de positividad, el informe del CIDEI-UV (elaborado en base a 1.000 muestras para SARS-CoV-2, derivadas principalmente del Servicio de Salud Viña del Mar-Quillota) señala que entre el 22 y el 28 de marzo el porcentaje de los test procesados por esa unidad que confirmaron la presencia de Covid-19, con respecto al total de exámenes de PCR practicados durante esos días fue de 18,4%. Esta subió en dos punto respecto de la registrada en la semana inmediatamente anterior.
“Ahora la positividad regional duplica a la nacional y es seis veces mayor a la que se considera adecuada para mantener a raya la expansión de la enfermedad. Pero si a esto le sumamos el hecho de que el seguimiento que se hace de las personas contagiados sigue siendo insuficiente, como lo relevan el indicador de trazabilidad antes de 48 horas, que apenas supera el 80% a nivel regional, y la tasa de personas contactadas por cada nuevo contagio, que alcanza a tres personas cuando al menos éstas deberían ser cinco, podemos concluir que estamos frente a un escenario realmente complejo, una auténtica tormenta perfecta. Porque seguimos sin poder detectar, trazar y aislar adecuadamente a los infectados, lo que contribuye a que la pandemia se siga expandiendo”, sostiene el médico infectólogo Rodrigo Cruz.
En específico, la tasa de trasmisibilidad efectividad (R0) del Covid-19 que evidencia la Región de Valparaíso fluctúa en la actualidad entre 1.5 y 2, siendo que el nivel óptimo de este indicador debiera ser igual o menor a 1.
“En otras palabras, esto significa que la velocidad de propagación de los contagios sigue siendo extremadamente rápida. Y esto está directamente relacionado con el aumento sostenido y exponencial de los nuevos casos y, finalmente, con la sobreexigencia a la que está sometido el sistema de salud y el eventual colapso que ya se observa en varios recintos hospitalarios, donde ya casi no quedan camas UCI. Es decir, estos indiciadores revelan que la situación es realmente crítica y que seguirá siendo así en las próximas semanas”, sostiene el director del CDIEI-UV.
Impacto de la cuarentena
Frente a este preocupante panorama, el doctor Rodrigo Cruz reitera su llamado a las autoridades sanitarias a repensar tanto la estrategia como las acciones que considera la aplicación del Plan Paso a Paso.
“En cuanto a las cuarentenas, de nada servirán si no son respetadas por menos del 70% de la población, lo que parece estar lejos de cumplirse dado el alto número de personas que continúa circulando durante la semana, al menos en Valparaíso y Viña del Mar. Es mejor apostar por cuarentenas más acotadas pero efectivas que prolongadas y a medias. Asimismo, es fundamental implementar medidas de ayuda social y económica en ciertos sectores, para que la gente no se vea obligada a salir de sus hogares, a diario, para trabajar y buscar su sustento”, puntualiza el especialista.
Por último, el doctor Cruz recomienda reforzar el sistema de trazabilidad y centrar los esfuerzos en las personas portadoras del virus con las que el contacto suele ser esporádico o aleatorio (y se suele dar más en gimnasios, fiestas, matrimonios, funerales, cafés, restoranes o misas, entre otros lugares). “De ellos y no de los contactos habituales hay más riesgo de contraer la enfermedad”, concluye el doctor Cruz.
El informe epidemiológico del Centro de Investigación y Diagnóstico de Enfermedades Infecciosas de la Facultad de Medicina de la Universidad de Valparaíso es publicado cada lunes y complementa la información oficial entregada por el Ministerio de Salud.