José Pérez Debelli, presidente de la Agrupación Nacional de Empleados Fiscales (ANEF), expresó su apoyo al petitorio de la CUT, que se expresa en las 15 medidas que fueron difudidas y entre las cuales se encuentran, un salario mínimo de 500 mil pesos, una renta básica universal y congelar los precios de bienes esenciales y emplazó al gobierno a que apruebe el proyecto que crea un impuesto a los «súper ricos», como una salida beneficiosa y justa hacia los trabajadores y trabajadoras que han debido sortear la crisis de la pandemia en desventaja con respecto a quienes tienen “el sueldo de Chile”.
Pérez Debelli dijo que “desde el mundo sindical, estamos evidenciando una asimetría espantosa en las políticas del gobierno actual, donde por una parte, millones de chilenas y chilenos deben enfrentar los debacles económicos que ha dejado la pandemia con todas sus restricciones y por otro lado, enterarnos de como en la misma época, aumenta el patrimonio de las cinco familias más ricas de Chile, donde además uno de los afortunados es el mismisimo Presidente Piñera”.
Del mismo modo agregó que “en medio de la peor pandemia de los últimos 100 años, Chile y sus trabajadores han vivido una paradoja enorme: Por una parte millones de trabajadores y trabajadoras han soportado dicha crisis haciendo uso de sus propios recursos, considerando a la fecha el primero y segundo retiro de sus fondos previsionales, sumado al uso de sus seguros de cesantía”.
Asimismo, sostuvo que “en una semana clave donde coinciden proyectos emblemáticos, donde a la suma del salario mínimo y el impuesto a los super ricos, destacan, el proyecto de tercer retiro del 10% y discusión de la reforma previsional, vemos como el gobierno, además amenaza con llevar estos proyectos al Tribunal Constitucional, generando la angustia e incertidumbre de las personas que lo único que han tratado es de sobrellevar la crisis del COVID-19”.
El timonel sindical, expresó que “si se cuantifica lo que el primer y segundo retiro del 10% de los fondos previsionales ha significado, éste equivale a 35 mil millones de dólares. Esta enorme suma contrasta, sin embargo, con el gasto público comprometido por el Estado, sesgado ideológicamente en políticas híper focalizadas. De esta forma, el aporte aprobado equivale a 12 mil millones de dólares los que serán gastados en un plazo de dos años (2020 y 2021), lo que consideramos insuficientes, pues ya a la feha se han gastado 9 mil del total”.
Pérez Debelli, manifestó que “existe un abismo enorme entre el aporte y sacrificio de las y los trabajadores y su impacto en la economía interna, versus un Estado que mira desde lejos, y que, a pesar de su enorme capacidad de endeudamiento interno y externo, sumado a las reservas internacionales existentes, ha mezquindado su aporte a fin de que sus trabajadores puedan efectivamente quedarse en sus casas y respetar las cuarentenas sanitarias impuestas y no tener que salir día tras día a arriesgar su salud e integridad”.