Se estima que más de 150 familias se verían afectadas de concretarse el proyecto de ampliación de la ruta F-20 que une Nogales y Puchuncaví. La posibilidad de que esta iniciativa se concrete tiene inquietos a los habitantes de la zona, quienes ya han comenzado a manifestar sus reparos.
Marcelo Fernandez, vecino y dueño de una propiedad que integra dos vertientes que alimentan el APR de Pucalán señala que “me siento una vez más pisoteado por el Estado”.
El problema que denuncia surgiría de las expropiaciones que se realizarían para concretar estas obras, las que afectarían a decenas de familias ya que la ampliación de la autopista pasaría sobre tres vertientes que son la principalmente fuente de alimento de Agua Potable Rural en dicho sector.
Fernández, agregó que en ningún sentido están en contra del proyecto, pero que temen que se esté dañando de manera irreversible el medio ambiente.
“Tenemos un cambio climático que nos está devorando y destruir una cosa natural que por ley está protegida. Hay un decreto de ley de 1985 que dice que la vertiente tiene una provisión de tres metros a la redonda y acá las tres vertientes desaparecen, porque va a pasar la autopista por arriba”, expresó.
Fernández además indicó que estos trabajos afectarían a más de 150 familias que viven en Pucalán, dejándolas completamente sin agua, y que desde 2013, ha recabado antecedentes necesarios para presentarlos al Ministerio de Obras Públicas con el fin de que se realicen nuevos estudios en la zona.
Quien se refirió a esta problemática también fue el senador Juan Ignacio Latorre, quien expresa que debe haber especial atención a este caso ya que corresponde a un sector que está dentro de las zonas de sacrificio, e hizo un llamado a que no se sigan aprobando proyectos que dañen el ecosistema.
Hasta el momento, desde la Seremi de Obras Públicas no se han referido públicamente a estos reparos de los vecinos.
(Fuente: Biobiochile).
(Foto: Contexto).