Por Pablo Santander Acevedo
Ingeniero civil químico, Magíster (c) Medio Ambiente y Responsabilidad Social
Nuestro país es altamente vulnerable al Cambio Climático y esto repercute en el medio ambiente, situación que debemos enfrentar para estar a la altura de los desafíos presentes y futuros, es tal la importancia que tiene su impacto, que actualmente se está discutiendo en el congreso una ley de cambio climático, muy necesaria para que nuestro país esté preparado, esta ley debe contar con el presupuesto necesario para mitigar sus efectos adversos hacia el medio ambiente y las personas, además desde lo local debemos contar con una planificación territorial adecuada que se adapte a las condiciones climáticas actuales para tener ciudades amigables. Una planificación urbana y rural que promueva conservar áreas verdes necesarias para mantener el equilibrio ecológico y a su vez una buena calidad de vida, que ayude a evitar la constante degradación de los suelos y permita un desarrollo sustentable.
En este contexto, estamos sufriendo los efectos de una catástrofe socioambiental gravísima por la sequía, causada en parte por efecto del cambio climático, pero también por mala gestión del recurso hídrico, provocado por una Constitución y un Código de Aguas que defiende los intereses privados por sobre el derecho humano, por eso la nueva constitución debe abordar este problema y renovar las normas que regulan el uso del agua en nuestro país.
La gestión de nuestros recursos hídricos es clave a la hora de enfrentar los efectos del cambio climático y el avance de la desertificación, ya que la normativa actual no promueve una gestión de cuencas adecuada a las necesidades actuales de los territorios. Este miércoles 21 de julio en el senado se votará en general una reforma al Código de Aguas, la cual establece el derecho humano al agua y su priorización, considerando también a los ecosistemas, se debe aprobar esta reforma y avanzar para tener una gestión del recurso hídrico más justa, ya que es nuestro sustento de vida, y para los pequeños agricultores y crianceros un recurso vital en el desarrollo de sus actividades.
Para evidenciar, que si bien el cambio climático es en parte causa de la disminución de la cantidad de agua disponible, la escasez hídrica se ve agravada por efecto de la acción humana, por ejemplo, el catastro frutícola de la región de Valparaíso año 2020, realizado por la Oficina de Estudios y Políticas Agrarias, ODEPA, y el Centro de Información de Recursos Naturales, CIREN, indica que existen 5.078,2 hectáreas de superficie plantada con paltos en la provincia de Petorca, que principalmente se concentran en las comunas de Cabildo, La Ligua y Petorca. Teóricamente, un palto consume un volumen de agua que varía entre 7.000 y 16.000 m3/ha/año. Si hacemos el ejercicio de tomar el mínimo para calcular cuánta agua consumirían teóricamente en un año esas 5.078,2 hectáreas y considerando los 100 lts diarios por persona recomendados por la OMS, nos da que el agua que se usaría para mantener todas esas hectáreas de paltos, corresponden al menos, al consumo diario por un año de 973.901 personas y la población en la provincia de Petorca es cercana a los 78.000 habitantes.
Entonces nos preguntamos ¿Estamos frente al efecto del cambio climático o también frente a una injusticia y falta de gestión brutales a la hora de administrar un recurso tan vital como el agua? ¿Es sequía o saqueo? Tal vez sí existe una baja en la cantidad de agua disponible por efecto del cambio climático y si es así, lo correcto es ser solidarios, adaptarse, priorizar el derecho humano y el desarrollo de los ecosistemas y no privilegiar a las grandes empresas.
Finalmente, quisiera destacar la importancia que tiene la educación ambiental para generar conciencia. Esta debe ser inculcada desde la infancia a los niños y las niñas, en los establecimientos educacionales y también desde el hogar, es la única y la mejor manera en que podremos realmente generar un cambio cultural que nos lleve a minimizar los efectos del cambio climático y la escasez hídrica, para que nosotros y las futuras generaciones podamos tener la oportunidad de vivir dignamente y en igualdad.