¿Qué hacer con los niños en casa? ¿Cómo ayudarlos? ¿Fue una buena medida adoptada por las autoridades? A María Isabel Marín, directora de la carrera de Psicopedagogía de la Universidad de Andrés Bello, sede Viña del Mar, le parece que fue una medida necesaria «por el contexto sanitario en que nos encontramos, y si bien esta disposición tiene muchos beneficios, también es cierto que plantea complejidades en su aplicación, tanto a nivel educativo como familiar”.
La académica de la UNAB define que “es un tema complejo en el sentido de que para muchos padres se convierte en un problema el cuidado de los niños, tanto si pueden acogerse al dictamen del teletrabajo, como si no. De cualquier forma, tienen que responder a su trabajo y, al mismo tiempo, organizar el cuidado y actividades para los niños”.
La experta advierte que “es innegable que luego de dos años de pandemia, y con las alarmantes cifras de estrés y deterioro de la salud mental de niños, jóvenes y docentes, el adelanto y extensión de las vacaciones, es una medida más que necesaria”.
Respecto de cómo sobrellevar esta situación, comentó que “las vacaciones, en términos ideales, son un tiempo de descanso y desconexión, muy necesario como pausa a mitad de año, especialmente luego de esta vuelta a la presencialidad que ha sido muy compleja y exigente, especialmente para los niños más pequeños”.
Consejos
La directora de Psicopedagogía de la UNAB detalla que “la desconexión y el descanso tienen que ver con que los niños y las niñas puedan salir de las actividades rutinarias (tareas, lecturas obligatorias, repaso de materias, etcétera), incorporando actividades diversas e interesantes, que les gusten y para las cuales no tienen habitualmente tiempo”.
La experta proporciona 10 consejos para ayudar a los niños en casa durante las vacaciones:
En casa, incorporar juegos de mesa, juegos de ingenio, juegos de cartas. Ideal para compartir en familia o con otros niños y niñas de su edad.
Hacer construcciones diversas, con cajas, géneros o papeles, creando espacios entretenidos para decorar, explorar o simplemente para cobijarse y leer un libro preferido.
Paseos al aire libre, excursiones con una pequeña lupa y frasco para recoger piedras, hojas, plumas, conchitas. Hacer colecciones, observar y hacer registro en una libreta de explorador, tomar fotos y compartirlas, indagar más sobre lo hallado, etc.
Jugar con sus mascotas, buscar información sobre su cuidado, sus características, leer normativas actuales sobre la tenencia responsable.
Disfrutar con el arte, mirar diferentes obras, dibujar sus propias versiones de obras famosas, experimentar con diferentes materiales, pintar en variados formatos, preparar exposiciones de las pinturas, con una reseña para cada una tal como están en los museos e invitar a la familia a recorrerla.
Hacer yoga u otra actividad física, idealmente al aire libre. Pasear, practicar su deporte favorito.
Tardes de lectura o de cine: Seleccionar con ellos la cartelera, elaborar un programa, cabritas y leer libros o ver cortos o películas y comentarlos en familia.
Dejar espacios donde los niños elijan de qué manera quieren descansar y distraerse, si eligen algún juego de pantalla, está bien, siempre que ocupe un tiempo prudente, dentro de esta otra variedad de actividades.
Otorgar un lugar para la improvisación. Agota ver que todo el tiempo esté destinado a hacer cosas y no es la idea, sobre todo dejar que los niños y las niñas propongan sus actividades.
Siempre es importante no perder de vista que las vacaciones son un tiempo para disfrutar en familia y que esto obedece también a la idiosincrasia de cada una. Por ello la cantidad de actividades no es lo relevante, sino el compartir, hacer cosas juntos, donde las tareas hogareñas más simples, como ordenar, cocinar, limpiar etc. con un poco de inventiva, pueden convertirse en un buen panorama.