La Corte de Apelaciones de Valparaíso rechazó hoy los recursos de nulidad interpuestos por las defensas en contra de la sentencia que condenó a Renato López Fuentes a la pena efectiva de 20 años de presidio, en calidad de autor del delito consumado de homicidio calificado; a Claudio Riveros Canales a las penas de 12 años y 4 años de presidio, como autor de los delitos consumados de homicidio y porte y tenencia ilegal de arma de fuego; y Melissa Palma Valdés a 6 años de reclusión, como cómplice del delito de homicidio.
Cabe notar que estos ilícitos se cometieron en mayo de 2020, en Bosques de Montemar, Concón, donde el empresario Alejandro Correa cayó abatido por un disparo percutado por un sicario colombiano, a la puerta de su casa.
Quien se transformó en la mayor persecutora de este caso, para que la Justicia aplicara el Estado de Derecho y los victimarios pagasen por su cometido, fue precisamente la hija del afectado: Valentina Correa.
«Hoy la Corte de Apelaciones confirmó la sentencia de los homicidas de mi padre. Como familia nos buscábamos condenas ejemplificadoras, buscábamos que se aplicara el Estado de Derecho. En ese mismo Estado de Derecho que mi papá confió e hizo valer a la hora de recuperar su terreno usurpado en Quilpué”, manifestó Valentina tras conocer la sentencia.
Agregó que “(Alejandro Correa) recurrió a distintas reparticiones: la Municipalidad, la Contraloría, la Fiscalía… Sin embargo lo que mi papá desconocía era el poder de fuego de las personas con las que se estaba enfrentando; y cómo el narcotráfico ha penetrado en las distintas comunas de nuestro país”.
Razones para seguir peleando
“A dos años de la muerte de mi papá —sostuvo Valentina— siento muchas veces que tengo cientos de razones para deprimirme, para buscar venganza. Pero luego lo recuerdo a él, que a mi juicio es la persona más maravillosa del mundo, y vuelven a mí todas las ganas de vivir; y tengo miles de razones para seguir peleando, porque amo a mi país y estaré siempre disponible para reconstruirlo”.
“El caso de mi papá muestra diferentes grietas que tiene el Poder Judicial y el Estado, en general. Por ejemplo, el homicida, el autor intelectual, tenía condenas de narcotráfico previas, sin embargo tenía autorización para tener armas de fuego. El sicario estaba prófugo de la Justicia por delitos cometidos en Chile, su nacionalidad es colombiana, pero no estaba siendo buscado, no había sido detenido. Si se hubiera aplicado el Estado de Derecho, si las policías hubieran hecho un mejor trabajo, probablemente no estaríamos lamentando este hecho”, manifestó
“Finalmente quisiera hacer un llamado a las autoridades para que puedan comprender que el fenómeno de las tomas ha cambiado, no es lo mismo que veíamos en la década de los 90 o del 2000: hoy tenemos verdaderos tráficos de suelo que ingresan con narcotráfico; un narcotráfico que ofrecer servicios que el Estado está distraído de ofrecer, como es la seguridad. El narcotráfico secuestra nuestras infancias, trunca los presentes y los futuros”.
“Como el escenario está difícil, complejo, y pese a toda la situación familiar que hemos vivido, yo vuelvo a manifestarme disponible porque yo amo a mi país, y lo que se ama se debe proteger y las acciones hacen corazones”, cerró.