Recuperar las aguas de las napas subterráneas circundantes y hacer que la energía redistribuida pueda sumarse al sistema para abaratar costos y contar con una matriz que funcione de manera sostenible, son los principales beneficios que reportará la primera planta fotovoltaica que se instaló en el Jardín Botánico de Viña del Mar.
El panel de energía renovable, que aportará energía limpia al sistema interconectado con una inversión propia de la institución por $ 53.000.000, fue inaugurado por el ministro de Agricultura, Esteban Valenzuela, junto a la alcaldesa Macarena Ripamonti; al seremi de Energía, Hernán Dinamarca; a la seremi de Agricultura, Yolanda Cisternas; al director ejecutivo de la CONAF, Christian Little; y al secretario técnico ejecutivo de la Fundación Jardín Botánico y director del parque, Alejandro Peirano.
La jefa comunal destacó que “son este tipo de políticas públicas las que tienen que incentivarse y aplicarse en todo el aparato público del Estado. Hoy día podemos seguir avanzando con este enfoque que ha dado el directorio y el director Alejandro Peirano, en tener zanjas de infiltración, en generar procesos para poder plantar especies que son nativas, favorecer los corredores biológicos y que todo esto funcione a través de energías limpias y renovables”.
Infraestructura verde
El ministro de Agricultura subrayó la importancia del proyecto que permite mayor autonomía y autogestión al Jardín Botánico, gracias a los paneles solares que aportarán eficiencia hídrica.
Comentó que “hemos acordado con la alcaldesa una alianza aún mayor, ya que el país tiene serios problemas de salud mental, y una de las causas es el poco acceso a áreas verdes y al bosque. Acá puede integrar el Marga-Marga, como la alcaldesa lo ha estado promoviendo y también todo este reservorio de palma chilena que existe en su cerro y ser una comuna ejemplar en infraestructura verde en alianza con el Ministerio de Agricultura, con la CONAF, con el Jardín Botánico, y eso es lo que necesitamos que se replique en todo el país”.
Sobre la nueva planta, el director Alejandro Peirano contó que el proyecto se inició el 2017 en concomitancia con la empresa Coca-Cola, con el objetivo de capturar el agua y así balancear los gastos hídricos.
“Tenía un sistema de impulsión de agua desde la parte baja hasta la parte alta del Jardín, que son 250 hectáreas e impulsaba agua hacia arriba para poder sostener las 35 mil plantas nativas que pusimos ahí, más 500 palmas chilenas, más todo lo que tenía que ver con el tema vegetal, pero faltaba la energía con la que subíamos a ese sector”, dijo.
“Esperamos el momento, juntamos los recursos hasta que pudimos concretar este año la ejecución de esta planta”, acotó.
Peirano explicó que la planta genera una potencia de 50 kilowatt que se inyecta al sistema de riego en los períodos de regado, devolviendo al propio Jardín la energía excedente, lo que permitirá cubrir la demanda completa del recinto a lo largo del año.