En su reunión de Política Monetaria, el Consejo del Banco Central de Chile acordó incrementar la tasa de interés de política monetaria en 100 puntos base, hasta 10,75 %.
«La inflación mundial ha seguido aumentando y dando señales de mayor persistencia. Los bancos centrales han continuado elevando sus tasas de referencia. El Banco Central Europeo inició su proceso de normalización monetaria durante julio. Destaca la Reserva Federal de Estados Unidos, que ha asumido una postura más contractiva para controlar la inflación. En este contexto, las perspectivas de crecimiento global se han deteriorado, en medio de condiciones que se mantienen desfavorables especialmente para las economías emergentes», informan desde el Banco Central, mediante comunicado de prensa.
«Los mercados financieros globales han seguido mostrando una elevada volatilidad, principalmente por la incertidumbre respecto de la trayectoria de política monetaria de la Fed y sus impactos. Las tasas de interés de largo plazo, en general, han aumentado en las últimas semanas y el dólar ha seguido apreciándose a nivel global. El barril de petróleo ha retrocedido a cerca de US $ 90 (-13 % desde la última Reunión), en tanto el cobre ha exhibido vaivenes y se ubica en torno a US $ 3,5 la libra (+3 % desde la última Reunión). Los precios de los alimentos también han mostrado descensos importantes», sostiene.
«Desde el anuncio de intervención del Banco Central las tensiones en el mercado cambiario han disminuido. La volatilidad ha descendido y el tipo de cambio se ha apreciado. Las tasas de interés de largo plazo se ubican en niveles similares —aunque con fluctuaciones— a los de la reunión previa, mientras que la bolsa ha acumulado ganancias. El crédito continúa con un débil dinamismo, en un contexto en que bancos y empresas consideran que las condiciones financieras son restrictivas», agrega.
Fuertes desequilibrios
Según el comunicado, la actividad ha seguido su proceso de ajuste tras los fuertes desequilibrios acumulados en 2021.
«Los datos del segundo trimestre mostraron un retroceso de 0,5 % del PIB no minero —serie desestacionalizada— respecto del trimestre precedente. Esta tendencia se mantuvo en julio, mes en el cual el Imacec no minero decreció 0,8 % mensualmente en su serie desestacionalizada. Por el lado del gasto, los datos del segundo trimestre mostraron caídas tanto en la inversión como en el consumo. El mercado laboral ha perdido fuerza, observándose una baja creación de empleo y un descenso en las vacantes. La tasa de desempleo no muestra mayores cambios. La variación anual de los salarios reales se mantiene en niveles negativos. Los indicadores de confianza de los consumidores y de las empresas siguen en terreno pesimista», señala.
«La inflación total ha continuado aumentando y se ubicó en 13,1 % anual en julio, mientras que la inflación subyacente —medida por el IPC sin volátiles— subió a 10 % anual. El dato de IPC de julio sorprendió al alza, principalmente por el mayor aumento de los precios volátiles. Las expectativas de inflación de las encuestas —EEE y EOF— se han ajustado al alza», expone.